Oriol Elcacho (Barcelona, 1979) y Davinia Pelegrí (Lleida, 1982) se conocieron en la primera edición de la pasarela Moda Cálida, en Gran Canaria, hace casi dos décadas, en el año 2006. Desde entonces se hicieron inseparables. Lo suyo fue “un flechazo de esos que suceden una vez en la vida”, confesaron ellos mismos en las páginas de ¡HOLA!, y como si de un extraño fenómeno a estudiar se tratara, la pareja de supermodelos es a día de hoy una de las más estables —y elegantes— del panorama social español.
Después de haber vivido una larga temporada en Nueva York y en Barcelona, se casaron hace siete años en Italia. Ahora residen en Gerona junto a sus dos hijos, Simón, que este verano cumplirá cinco años, y Violeta, de dos. De su familia de anuncio y de su relación ideal hablamos con ellos durante la fiesta de inauguración de la nueva tienda de Silbon en la Ciudad Condal. Oriol es embajador de la firma de moda, con la que también colabora Davinia y hasta sus propios hijos, que ya han protagonizado sus primeras campañas junto a sus padres.
—Ya sois de la familia Silbon y además, habéis posado en familia.
Oriol: Sí, por partida doble. Esta ha sido la segunda vez.
—Qué bonito, ¿no?
Davinia: La verdad es que sí. Es la única marca con la que hemos hecho este tipo de colaboración. Y la hicimos para el especial de Navidad, cuando Violeta, nuestra pequeñita, tenía un añito y nos encantaron las imágenes, fue un gran recuerdo, y ahora nos habían propuesto hacer esta otra campaña de verano y estoy encantada.
O: El casting está bien hecho, ¿verdad? (jajaja)
D: Fueron muy fáciles, la verdad. No tuvimos que esforzarnos para nada.
—Y eso que una sesión de fotos con niños pequeños no suele ser fácil.
D: Claro, porque es más difícil conectar si no tienes ningún tipo de relación. Incluso siendo nuestros hijos, con la fotógrafa había una barrera, tenía alguna dificultad para comunicarse con Violeta por el idioma y al menos estábamos nosotros jugando y haciéndola interactuar más. O sea, al final era win win para todos.
O: Lo pasaron muy bien, nos cuidaron mucho. La marca para esto hizo que fuera algo como muy natural, que no pareciese una sesión más, sino más bien de juego y de pasarlo bien, que siempre trabaja.
—¿Os gustaría que siguieran vuestros pasos y se dedicaran a la moda?
O: Cuando sean mayores, que falta mucho, ya se verá. Que sean lo que quieran. Y ya veremos como será esta profesión en el futuro, igual cambia de alguna forma.
D: No entienden a lo que nos dedicamos.
—Parecéis un par de padrazos. ¿Os gustaría tener más niños?
D: No, yo creo que ya nos plantamos, por edad, por trabajo y por disponibilidad también de tiempo.
O: La conciliación es difícil, todas las madres y los padres lo sabemos. Conciliar la vida personal con la laboral es muy complejo, por los horarios, porque ellos necesitan de tí, porque la sociedad está montada de tal manera que delegas mucho en otros para que tú puedas trabajar. Y eso es lo que nosotros no queremos hacer. En estos años, hemos tomado un poco de distancia y un poco de perspectiva y el trabajo es como un segundo plato. Lo primero es la familia y son ellos, y ver como van creciendo, eso es lo más importante.
Nosotros somos unos privilegiados, tenemos mucha suerte de tener el trabajo que tenemos, la disponibilidad y de dedicarnos a algo que nos gusta y que nos deja tiempo para poder disfrutar de nuestros hijos. Creo que cambiaría mucho para nosotros que en una sociedad como la nuestra las madres tuvieran un año de baja maternal o un año y medio, que sería ideal, como en otros países europeos. Y no es por criticar, pero el sistema está montado en España que, con tres meses, el niño es un bebé, por mucho que parezca que la baja sea larga, no es nada. Vosotras lo sabéis mejor, pero lo hemos vivido los dos.
D: Sí, como dice Oriol, hemos tenido mucha suerte. Yo llevaba ya más de 20 años trabajando como modelo y me planteé si tengo que dejar de trabajar para afrontar esta nueva etapa de nuestra vida, voy a hacerlo. Ahora estoy reincorporándome al trabajo, desde septiembre, y la verdad es que ahora miro hacia atrás y pienso: “¡Qué bien que tomé esta decisión!” porque me dediqué absolutamente a ellos, todo el tiempo, y creo que es algo impagable.
—Lleváis muchísimo tiempo juntos, trabajáis juntos...
O: tenemos negocios juntos, hijos juntos…
—¿Cuál es el secreto para que sigáis estando tan unidos y siendo la pareja ideal?
D: No lo sé, la verdad.
O: Yo creo que conocerte y saber disfrutar de ello. Creo que no hay nada más bonito que estar unido a alguien que te entiende, con el que te llevas bien, lo quieres y quieres pasar todo el tiempo de tu vida con esa persona. Creo que el secreto está en la elección, hemos tenido mucha suerte en encontrarnos los dos y pensar que somos el uno para el otro. Hoy en día, de la manera que funciona todo, que muchas parejas duran un año y ya me canso. Yo creo que la clave es el compromiso, pero también saber con quién quieres estar y tener esa posibilidad de encontrarnos.
D: Sí, a parte, bueno, somos muy diferentes en muchas cosas, pero también somos muy iguales en otras. Nos entendemos, nos sabemos escuchar también que es muy importante cuando alguien tiene una carencia en algo, ¿no? El otro escucha, lo atiende, intenta ayudarle y yo creo que eso es fundamental. Nos apoyamos mucho con las decisiones que hemos tomado, tanto él con mi decisión de quedarme en casa, como yo a él con la suya de que él seguirá trabajando.