Nadie imaginaba que una simple pregunta desataría una de las peleas más intensas vividas hasta ahora en Supervivientes. Anita y Montoya protagonizaron un enfrentamiento tras la última gala del programa, dejando al resto de concursantes perplejos por la magnitud del conflicto.
Todo comenzó cuando Montoya, tras la prueba de recompensa ganada por Terelu, se dirigió a Anita para preguntarle si aún tenía hambre. Lo que parecía una frase inocente fue interpretado por la catalana como una provocación más, provocando su estallido. “Obviamente no. Deja ya de decirlo. ¡Mañana me voy al otro lado!”, contestó.
A medida que subía el tono de la discusión, Anita terminó afirmando sentirse saturada por las cámaras y por no poder hablar con Montoya en privado. “No puedo más”, confesaba mientras algunos compañeros intentaban mediar sin éxito. Carmen Alcayde, testigo directa, trató de entender lo sucedido. Terelu y Borja, despertados por el alboroto, lamentaban que la convivencia se viera continuamente alterada por los altibajos de la pareja.
La noche suaviza las tensiones
Sin embargo, los ánimos comenzaron a calmarse al caer la noche. Montoya buscó a Anita para retomar el diálogo desde la calma, y lo que comenzó como una conversación sincera derivó en una reconciliación tan intensa como inesperada.
“Vamos a dormir, vamos a contarte un cuento”, le dijo él intentando suavizar el ambiente. Anita aceptó. Y, mientras los ronquidos de Terelu irrumpían el silencio general en la playa, ambos se refugiaron bajo la lona, alejados por unas horas del ruido mediático y de sus diferencias.
Allí la pareja vivió un momento íntimo que, aunque no ha sido confirmado, dejó entrever una complicidad que no pasó desapercibida para las cámaras. Fue un punto de inflexión que demuestra, una vez más, la intensidad con la que ambos viven su relación, entre el amor y el conflicto.
¿Una tregua duradera o un nuevo episodio pasajero?
La reconciliación entre Anita y Montoya deja plantea dudas sobre el rumbo de su historia en el reality. Lo cierto es que su vínculo ha sido una montaña rusa desde el inicio del programa: intensos acercamientos seguidos de reproches y distanciamientos que agotan no solo a ellos, sino también a sus compañeros de aventura.
Aún es pronto para saber si esta noche de pasión supondrá un nuevo comienzo o si se trata simplemente de un paréntesis entre conflictos. Lo que sí está claro es que su relación no deja indiferente a nadie y se ha convertido en uno de los ejes principales de esta edición.