Mariano Ozores, uno de los directores y guionistas más prolíficos de nuestro país, ha fallecido a los 98 años de edad en su domicilio de Madrid, según ha informado la Academia de Cine. El cineasta, que recibió el Goya de Honor en 2016, era hermano del actor y humorista fallecido Antonio Ozores y tío de Emma y Adriana Ozores. Su carrera estuvo marcada por su habilidad para conectar con el público a través del humor, llegando a dirigir un total de 96 películas, en las que trabajó con los mejores actores españoles de su época: José Luis López Vázquez, Alfredo Landa, Concha Velasco, Gracita Morales y Lina Morgan. A pesar de que la crítica no siempre respaldó su trabajo, Ozores siempre se centró en lo que realmente le apasionaba, que era hacer reír al público.
Nació en Madrid en 1923, en el seno de una familia de artistas. Sus padres, los actores de teatro Luisa Puchol y Mariano Ozores, tuvieron tres hijos: Antonio, Mariano y José Luis Ozores, que siguieron sus pasos en el mundo del espectáculo. Con apenas 17 años, Mariano se inició en el mundo de la interpretación, desempeñando diversos roles en la compañía teatral de sus padres, aunque su verdadera vocación fue la escritura. Su amor por la comedia y el entretenimiento lo llevó a estudiar la reacción del público en cada función para entender qué hacía reír a la gente.
Comenzó en el cine en el año 1952, cuando Benito Perojo lo contrató para escribir el guion de Ché, qué loco. Durante una década, colaboró con Alfonso Paso en títulos como Los amantes del desierto, Susana y yo y La noche y el alba. Paralelamente, trabajó en televisión y llegó a ser director de programación en TVE, donde presentó y dirigió programas y series como Aeropuerto Telefunken en 1959. Ese mismo año debutó como director con Las dos y media y veneno, junto a sus hermanos y su cuñada Elisa Montes como protagonistas.
En la década de los 60 Mariano Ozores comenzó a dirigir películas, especialmente comedias que se convirtieron en éxitos de taquilla. Aunque también experimentó otros géneros, como la crítica social en La hora incógnita, su inclinación hacia la comedia le hizo triunfar. Su trabajo en esta década, que incluía producciones como Salto mortal y La novicia rebelde, lo convirtieron en un referente de la comedia popular española.
A lo largo de su trayectoria, Ozores se consolidó como el segundo director con más películas en España. Sus producciones eran rápidas, económicas y rentables, con rodajes de apenas cuatro semanas y una postproducción de dos meses. Su ritmo de trabajo era imparable: en 1982 llegó a estrenar seis películas en un solo año ( Padre no hay más que dos, Cristobal Colón de oficio… descubridor…, El primer divorcio, Todos al suelo, El hijo del cura y ¡Que vienen los socialistas!). Su filosofía era clara: “vamos a divertirnos un rato y de paso hacemos una película”. Siempre contó con el apoyo de su esposa, la actriz Teresa Arcos, quien fue un pilar fundamental en su carrera. Contrajeron matrimonio en 1957 y de su unión nació su hija, Teresa, quien le dio la alegría a Mariano de ser abuelo de Adriana y Belén.
En los 70, con el dúo cómico formado por Fernando Esteso y Andrés Pajares llegó a rodar nueve películas de éxito (Los bingueros, Los chulos...), un triunfo que continuó en los 80 con La loca historia de los tres mosqueteros o Cristóbal Colón, de oficio descubridor. Su dilatada trayectoria fue reconocida el 6 de febrero de 2016 en la ceremonia de entrega de los Premios Goya. Una gala en la que estuvo acompañada de sus sobrinas, las actrices Adriana -hija de José Luis y de la actriz Concepción Muñoz-, y Emma Ozores -hija de Antonio y Elisa Montés-. En su discurso de agradecimiento, el maestro del cine recordó a todos los actores con los que había trabajado y, en especial, a sus dos hermanos Jose Luis y Antonio y tuvo una especial mención a “ese ente misterioso al que se lo debo todo, el público, el respetable público”.
La capilla ardiente de Mariano Ozores se instalará en la tarde de este miércoles en el Tanatorio de la Paz, donde familiares, amigos y compañeros de profesión podrán darle su último adiós.