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Con una foto íntima, llena de amor y dolor a partes iguales, Olivia de Borbón ha anunciado la muerte de su padre, Francisco de Borbón y Escasany, duque de Sevilla y primo del rey Juan Carlos I. En la imagen, publicada en redes sociales, se la ve sosteniendo la mano del aristócrata en sus últimas horas de vida. Un gesto sencillo pero cargado de simbolismo que ha conmovido a sus seguidores y a numerosos rostros conocidos, que no han tardado en dejar mensajes de apoyo en este difícil momento. “Ay, Olivia… ¡Cuánto lo siento! Era un hombre excepcional”, le ha escrito María Zurita. “Te acompaño en el sentimiento”, añadía Miguel Ángel Muñoz. También Fiona Ferrer, Marta González o Alejandra Gere han mostrado su cariño a la hija del duque de Sevilla, que en los últimos años ha tenido que afrontar pérdidas familiares devastadoras.
© oliviadborbonUna despedida íntima y familiar
“Con inmensa pena os comunico que esta noche ha fallecido en Madrid nuestro padre Francisco de Borbón y Escasany. Gracias a Dios pudimos estar con él hasta el último momento”, ha escrito Olivia, que ha compartido además los detalles del velatorio, la misa y el entierro, previstos en el tanatorio de San Isidro y en el cementerio de la Sacramental de San Justo de Madrid. Ha sido también su marido, Julián Porras-Figueroa, quien ha querido dar la noticia en sus redes, transformando sus perfiles en un homenaje improvisado al duque.
© oliviadborbonLa muerte de Francisco, a los 81 años, llega tan solo diez días después del fallecimiento de su hermano Alfonso, lo que ha supuesto un doble mazazo para la familia. De hecho, la última vez que vimos al duque en público fue precisamente en el funeral de su hermano, acompañado de sus hijos y yerno. Apenas días después, también él decía adiós.
© Europa Press¿Quién fue Francisco de Borbón y Escasany?
Francisco de Paula Enrique de Borbón y Escasany era el quinto duque de Sevilla y Grande de España. Primo cuarto del rey Juan Carlos, fue un hombre cosmopolita, educado entre Madrid y París (donde se licenció en Historia en La Sorbona), con una brillante trayectoria en el mundo de los negocios. Dirigió durante tres décadas el banco de inversiones londinense Hill Samuel and Co. y fue también presidente del Miami National Bank. Su carrera lo llevó a vivir en Estados Unidos, Alemania y Reino Unido, donde forjó una imagen de aristócrata moderno, discreto y eficaz. También fue fundador de empresas junto a su hermano Alfonso y recibió numerosas distinciones honoríficas a lo largo de su vida.
© GTRESSin embargo, por encima de títulos y negocios, lo que realmente enorgullecía al duque era su familia. “Todo lo que no le permití a mis hijos, se lo consiento a mis nietos”, decía a ¡HOLA! en una de sus escasas entrevistas. Fue padre de tres hijos —Francisco, Olivia y Cristina—, fruto de su primer matrimonio con Beatrice von Hardenberg, fallecida en 2020. También fue abuelo de tres niños, a los que adoraba y con los que encontraba consuelo tras los golpes más duros de su vida.
Unos años marcados por la pérdida
Los últimos años del duque de Sevilla estuvieron marcados por el dolor. En 2020 perdió a dos de las mujeres más importantes de su vida: su hija Cristina, que falleció de forma repentina a los 44 años en un accidente de tráfico, y poco después, su exesposa Beatrice von Hardenberg, con la que mantenía una excelente relación. Aquel doble adiós le dejó profundamente tocado. “El recuerdo sigue ahí. Las veo como dos personas que siempre formarán parte de mi vida”, confesaba con serenidad.
© oliviadborbonAhora, es su hija Olivia quien le despide con el mismo amor que él mostró durante toda su vida. La imagen de sus manos entrelazadas es el broche final a una relación construida desde el afecto, la admiración y la presencia constante. Para Olivia, 2020 supuso un antes y un después. A las muertes de su madre y su hermana se sumó, años después, la pérdida de su tío Alfonso y ahora la de su padre. Ha sido una década marcada por la nostalgia y el duelo, pero también por la reconstrucción familiar.
De Marbella a Madrid: un nuevo capítulo
Después de años viviendo en Marbella, donde celebró su boda y crió a sus hijos junto a Julián Porras, Olivia de Borbón decidió el año pasado dar un giro a su vida. La familia se trasladó a Madrid, concretamente a la exclusiva urbanización de La Finca, en busca de mayor seguridad y privacidad. Un cambio que coincidía con un momento muy especial para ella: su 50º cumpleaños y su décimo aniversario de boda, dos celebraciones en las que no faltó su padre, a quien hoy llora con profundo desconsuelo.
© oliviadborbonEl duque de Sevilla será recordado como un hombre elegante, discreto y familiar, que vivió una vida llena de capítulos apasionantes —como relata en su biografía ‘Cuasi memorias’— pero que siempre supo que su mayor legado no estaba en los negocios, sino en la huella que dejaba en los suyos.
“Intenté, por lo menos, que quedase una huella de lo que hacía… Siempre teniendo presente el hecho de que soy español. Me interesaba mucho más que fuera para beneficio de nuestro país”, dejó dicho en vida.
Ahora, su familia recoge ese testigo con amor, orgullo y dolor.
