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Son momentos muy difíciles para la familia de Francisco de Borbón y Escasany, quien ha muerto a los 81 años. Su inesperado fallecimiento se ha producido tan solo diez días después que el de su hermano menor, Alfonso de Borbón, lo que hace la situación aún más dolorosa, ya que en su entorno aún se estaban intentando asimilar esta pérdida cuando han tenido que hacer frente a un nuevo mazazo. Ha sido Julián Porras-Figueroa quien ha comunicado la muerte de su suegro, el duque de Sevilla, y ha dado los detalles de su despedida en un texto que reproducimos íntegro a continuación.
© GTRES"Con inmensa pena os comunico que esta noche ha fallecido en Madrid mi suegro Francisco de Borbón y Escasany. Gracias a Dios pudimos estar con él hasta el último momento. Mañana miércoles a partir de las 12:00 h. estaremos en el Tanatorio de San Isidro y a las 18:00h. se celebrará allí mismo una misa por su alma. El entierro será el jueves a las 12:00 en el cementerio de la Sacramental de San Justo", se puede leer en el texto del marido de Olivia de Borbón, que se ha llenado de mensajes de condolencias de todo su entorno.
Protagonista de una vida apasionante, y siempre con un profundo respeto por su apellido y su título nobiliario, se forjó una brillante carrera internacional en el sector inmobiliario y de seguros. Pero al margen de todos los triunfos empresariales que tuvo, para el Gran Maestre Emérito de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén su gran regalo era su familia numerosa. Durante su primer matrimonio con Beatrice von Hardenberg nacieron sus tres únicos hijos: Olivia, que es la más conocida, Cristina y Francisco. Tras separarse, se casó con Isabelle Karanitsch, con la que compartió dos años. Su tercer "sí, quiero" fue a Piti Vargas-Zúñiga, su última compañera de vida, que fue diagnosticada de alzhéimer.
Para el duque de Sevilla, no había en el mundo nada mejor que ser abuelo y dedicarse a los pequeños de la casa, con los que la adoración era mutua. "Todo lo que nunca le he permitido a mis hijos, se lo permito a mis nietos. Estoy encantado con ellos", explicaba en las páginas de ¡HOLA! en una de las pocas entrevistas que ha concedido a lo largo de su vida, ya que siempre apostó por la máxima discreción. Su hija Olivia, casada con Julián Porras-Figueroa, le dio a Flavia y Fernando Enrique; mientras que su hijo Francisco le dio a Francisco Máximo de Borbón, fruto de su unión con Sophie Karoly.
Sus tres nietos le permitieron tener fuerzas para hacer frente a los dos momentos más difíciles de su vida. : la muerte de su hija Cristina a los 44 años de forma inesperada y la de su primera esposa, con la que mantenía una excelente relación. Ambas se fueron en 2020, con escasas semanas de diferencia. "El recuerdo sigue ahí, por supuesto. Las veo como dos personas que siempre formarán parte de mi vida y de mi recuerdo", explicaba con enorme fortaleza y serenidad.
Sus memorias, su pasión por Marbella y su última aparición pública
De este doloroso episodio y de otras partes desconocidas de su historia contó los detalles en Cuasi Memorias. Esta biografía que comenzó a escribir en plena pandemia abordaba las diferentes etapas de su vida, teniendo como punto de partida la niñez, y en sus páginas narraba su vida en diferentes países así como sus encuentros con nombres que forman parte de la historia como Hugo Chávez, Saddam Hussein y Muamar el Gadafi, entre otros.
Al duque de Sevilla le encantaba Marbella, donde se construyó su casa en el 79 en la que solía ejercer de perfecto anfitrión. En la ciudad andaluza pasaba todo el tiempo que podía y disfrutaba tanto de la tranquilidad como de reencuentros con amigos. Pero sus últimos días los pasó en Madrid, donde su hija Olivia se instaló con toda la familia hace menos de un año después de una década afincada en la Costa del Sol, donde contrajo matrimonio.
© GTRESA Francisco de Borbón lo vimos por última vez en público el 11 de mayo, durante el funeral por su hermano celebrado en el Tanatorio de La Paz de Madrid, al que llegó acompañado de sus hijos y de su yerno. Su deseo era que le recordaran "como una persona que intentó cumplir con su deber y que intentó hacerse un lugar en este mundo". "Intenté, por lo menos, que quedase una huella de lo que hacía en los distintos países en los que estuve. Desde luego siempre teniendo presente el hecho de que soy español. Pensaba mucho más en España que en mí mismo. Me interesaba mucho más que fuese para beneficio de nuestro país. Desde pequeño ya me inculcaron el amor a España, nos contaba.
