A poco más de un mes de su fastuosa boda en Venecia, Jeff Bezos ha vuelto a dejarse ver en Madrid. Y no por casualidad: la capital española fue hace unos días el escenario elegido por el fundador de Amazon para celebrar su despedida de soltero. Una noche sin grandes alardes, pero con sello premium, en la que el tercer hombre más rico del planeta —con una fortuna estimada en más de 180.000 millones de euros— disfrutó de la ciudad como un madrileño más, tal y como adelantó La Otra Crónica de El Mundo.
Tras una agradable cena celebrada en el restaurante Ten con Ten, ubicado en el corazón del barrio de Salamanca, en la que el magnate fue visto disfrutando de un menú de excepción en compañía de varios amigos, mientras contaban anécdotas y brindaban por la salud de los novios, todos ellos decidieron poner rumbo a una de las discotecas más famosas de Madrid, la favorita de la alta sociedad. Hablamos de Gunilla.
Tal y como han asegurado algunas personas presentes durante la segunda parte de la noche, el grupo, compuesto por entre 10 y 12 personas, puso rumbo tras la cena hasta este club, uno de los más selectos y discretos de Madrid, conocido por su ambiente cuidado, su clientela de alto perfil y su política de “lujo silencioso”. Lo hicieron en compañía de su seguridad, que se aseguraron de que no hubiera ningún incidente durante esta agradable velada en la que la diversión fue la constante.
Según las fuentes consultadas, la llegada fue meticulosamente coordinada y se activó el protocolo que tantas veces hemos visto en Gunilla, expertos en acoger este tipo de perfiles internacionales: un responsable de seguridad inspeccionó la zona y, en cuestión de 15 o 20 minutos, el grupo accedió directamente a uno de los reservados principales, situado justo detrás del DJ. “No estaban en una zona acordonada”, continúan las fuentes consultadas, pero sí que estuvieron en todo momento acompañados de su seguridad, pendientes de todo durante la noche”.
Tampoco hubo espectáculo ni despliegue ostentoso, como cabría esperar de una fortuna de tal envergadura. Fue, simplemente, una noche divertida y elegante entre amigos. “Bailaron, rieron, saltaron en los sofás al ritmo de los éxitos del momento, pop internacional y reguetón, y, sobre todo, disfrutaron sin llamar la atención”, explican a ¡HOLA!, quizá destacando el único momento más desenfadado de la noche. “En general, fue un grupo muy educado y divertido, se notaba que lo estaban pasando en grande desde el primer momento”. Consumieron lo que suele ser habitual para ese tipo de grupos en un reservado: una botella de vodka y otra de tequila.
Bezos y sus amigos permanecieron unas dos horas en el club y se marcharon sin alboroto. Aunque el espacio no estaba acordonado, su equipo de seguridad formaba un discreto perímetro a su alrededor, lo que despertó cierta curiosidad entre algunos clientes. Aun así, lograron pasar prácticamente desapercibidos hasta casi el momento de su salida, algo habitual en Gunilla, donde la privacidad es una norma sagrada.
Desde ¡HOLA!, nos hemos puesto en contacto con Gunilla, quienes, manteniendo su política habitual, han declinado hacer declaraciones por respeto a la intimidad y privacidad de sus clientes. Y es que Gunilla se ha consolidado como uno de los locales favoritos para quienes buscan exclusividad sin exposición. Políticos, empresarios, deportistas y celebridades internacionales frecuentan este espacio precisamente por su ambiente discreto y su política de no hacer pública la identidad delos que se divierten en su pista de baile. Esa discreción es, precisamente, lo que hace que figuras como Jeff Bezos se sientan cómodos allí.
La despedida de Lauren en París
Mientras tanto, Lauren Sánchez celebraba su despedida de soltera en París, en una celebración digna de un guion de Hollywood. Acompañada de sus amigas más cercanas —Katy Perry, Kim Kardashian, Kris Jenner, Eva Longoria, Lydia Kives…— la periodista y empresaria disfrutó de un fin de semana lleno de planes exclusivos: almuerzos en L’Avenue, cenas de lujo en Lafayette y hasta un crucero privado por el Sena al atardecer.
Luciendo diseños de firmas como Louis Vuitton, Óscar de la Renta o Judith Leiber, las invitadas compartieron imágenes del evento en redes sociales. Lauren resumió el espíritu de la celebración con una frase frente a la Torre Eiffel: “La eternidad comienza con la amistad”.
El broche final llegó en la gala Global Gift en Cannes, donde Lauren fue galardonada con el premio Women Empowerment por su labor al frente del Bezos Earth Fund y la iniciativa solidaria This Is About Humanity.
Su boda de ensueño el mes que viene
La pareja, que hizo pública su relación en 2019 y se comprometió en 2023, celebrará su esperada boda del 24 al 26 de junio en Venecia, concretamente en la isla de San Giorgio Maggiore. La ceremonia se celebrará en la prestigiosa Fundación Giorgio Cini, que ha sido completamente renovada para la ocasión.
Más de 200 invitados VIP están convocados al evento, entre ellos nombres como Oprah Winfrey, Leonardo DiCaprio, Anna Wintour, Barbra Streisand, Bill Gates o incluso Donald Trump. Parte de las celebraciones tendrán lugar a bordo del superyate Koru, valorado en más de 460 millones de euros.
En lugar de regalos, Jeff y Lauren han pedido a sus invitados que hagan donaciones a causas benéficas, reflejando el enfoque filantrópico que han dado a su historia de amor y compromiso con el mundo.