La propia Isabel Preysler contó en ¡HOLA! que la mayor sorpresa que le tenía preparada la vida es el nacimiento de sus nietos. "No te puedes imaginar el gran amor que se siente por los nietos hasta que los tienes”, aseguraba. Es una abuela entregada y muy orgullosa, como ha demostrado en uno de los días más importantes para el mayor de los ocho que tiene, Alejandro Altaba. El hijo de Chábeli y Christian Altaba ha terminado su paso por la American University of Washington y ha celebrado su graduación en compañía de su adorada abuela, de su madre y de su tía, Tamara Falcó.
Alejandro, al que su madre define como "un niño muy sensato, maduro y responsable", tiene 23 años y se mantiene al margen del foco mediático. Aunque opta por la discreción, no falta en citas familiares como la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, en la que causó sensación por lo mucho que había cambiado y por acudir con su pareja. Ha estudiado Derecho en uno de los centros americanos más prestigiosos y ha celebrado el fin de su etapa en la universidad con un acto de graduación al que acudió vestido igual que sus compañeros, con un traje que cubrió con la tradicional toga, en su caso de color azul.
Visiblemente ilusionado, se hizo una foto familiar para el recuerdo junto a su madre, su abuela y su tía, que ha compartido una pincelada del acto: "Unos días en familia para celebrar que mi sobrino Alex se ha graduado". Isabel Preysler lució elegantísima un dos piezas azul cerúleo con chaqueta de solapa ancha y pantalón recto, bolso de mano o clutch, stilettos y la gabardina más versátil para la temporada de entretiempo en el blanco crema que combina con todo; Chábeli se decantó por un total look blanco crema compuesto por chaqueta cruzada con bolsillos laterales, falda midi de silueta evasé y salones a tono; y la marquesa de Griñón eligió un favorecedor traje rosa salmón de pantalón palazzo y chaqueta larga desabrochada de su firma, TFP-Pedro del Hierro.
Volcado en su formación y muy interesado en el sector que ha elegido, Alejandro estuvo haciendo prácticas de verano en un bufete que supuso su primera incursión en el mundo laboral. Se da la circunstancia de que esta misma carrera la estudió su abuelo, Julio Iglesias. Y es que antes de triunfar en la música, el intérprete de Soy un truhán, soy un señor cursó Derecho en la Universidad Complutense de Madrid antes de convertirse en una estrella legendaria, en nuestro español más internacional. El cantante está feliz de que su nieto haya seguido sus pasos y le gusta tener larguísimas charlas con él y darle consejos.
La unión de Alejandro a su familia
Isabel se siente especialmente emocionada de ver a su nieto dar este importante paso porque el nacimiento de Alejandro, cuatro meses antes de lo previsto y pesando menos de un kilo, fue para ella uno de los momentos más difíciles de su vida. "No sabíamos si saldría adelante… Pasamos una temporada llena de angustia, preocupación y miedo. Y fíjate lo grandísimo y lo sanísimo que está. De eso sí que hay que dar gracias", nos decía. Ver que salió adelante y que está cumpliendo con todos sus objetivos, es para ella la absoluta felicidad.
Además, Chábeli nos contaba un secreto que refleja lo unidos que están: "Mi madre tiene devoción por su nieto y siempre hacen por verse lo máximo posible". "Sé perfectamente que una abuela no debería tener 'debilidades', pero creo que lo justifica un poco el que el nacimiento de Alejandro fuera muy complicado, que estuviera en una incubadora bastante tiempo y que todos sufriéramos mucho", añadía.
También Tamara adora al mayor de sus sobrinos (por parte materna), con el que hace muchos planes cuando está de visita en Miami. Ella misma contaba que durante unas navidades disfrutaron de un día de compras solo para dos. "Le tuve toda una tarde convencido de que lo mejor que podía hacer era venirse conmigo de compras y probarse ropa", relataba. Considera que las prendas que eligió para él fueron todo un acierto: "Creo que di en el clavo, la verdad, después se puso una de las camisas". Sin embargo, reconocía con humor que el joven no se lo pasó demasiado bien, puesto que sus intereses son otros.