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Carême es un artista obsesionado con la perfección, capaz de construir auténticas obras arquitectónicas en forma de postre y de revolucionar la cocina con sus salsas y su técnica.© Apple TV+

La verdadera vida de Marie-Antoine Carême, el chef que ha inspirado la serie de moda de Apple TV+

Elevó la gastronomía a una forma de arte y fue el precursor de la alta cocina


17 de mayo de 2025 - 17:46 CEST

Antes de que existieran los chefs estrella de televisión, hubo uno que cocinaba para zares, emperadores y diplomáticos, todos querían degustar las creaciones que salían de sus manos: Marie-Antoine Carême, quien no solo conquistaba paladares, sino que también creaba platos icónicos, escribía libros y vestía de blanco impecable para elevar la cocina al nivel de las artes. Su vida, digna de novela, inspira ahora una serie: Carême: Chef de ReyesUna ficción que está arrasando en Apple TV+ y que vuelve a poner su nombre en boca de todos. Descubre la vida real de este cocinero, que es igual de interesante o más que la refleja la pantalla.

Carême fue capaz de salir de la pobreza para convertirse en el primer chef celebridad© Apple TV+

De la pobreza a ser el Chef de Reyes

Marie-Antoine Carême, conocido como Antonin Carême, vino al mundo en 1784 en una familia numerosa y muy humilde de París. Con apenas diez años y en plena Revolución Francesa, su padre lo abandonó frente a una taberna con la promesa de que allí encontraría un futuro mejor. El dueño del local se apiadó de él y lo acogió, comenzando a trabajar limpiando platos y pelando verduras. Fue en ese lugar donde recibió sus primeras clases de cocina, destacando pronto por su habilidad innata con los postres. 

'Carême: Chef de Reyes'© Apple TV+

Poco después, consiguió un puesto como aprendiz en una refinada pastelería, Chez Bailly, cerca del Palais-Royal,, en pleno corazón de la capital francesa. Dormía en el taller y pasaba las noches estudiando libros de arquitectura, soñando con crear en azúcar lo que otros construían en piedra. Su obsesión no era solo alimentar, sino también fascinar y de esos sueños nacían sus célebres piezas de repostería inspiradas en templos griegos, obeliscos egipcios y castillos europeos, que pronto se convirtieron en un espectáculo para la alta sociedad parisina. Entre sacos de harina y bandejas de masa, comenzó una carrera que cambiaría para siempre el mundo de la gastronomía.

entre banquetes y secretos de Estado, el joven cocinero se verá envuelto en una red de intrigas, lealtades y traiciones que pondrán a prueba algo más que su destreza con los cuchillos© Apple TV+

Su gran oportunidad le llegó a los 20 años de la mano de Charles Maurice de Talleyrand, Ministro de Asuntos Exteriores durante el reinado de Napoleón, quien supo ver en él algo más que un chico con talento. Este hábil diplomático, conocido por su refinado gusto y su habilidad para entrelazar la política con el protocolo, había oído hablar de la destreza de Carême y decidió incorporarlo a su servicio en 1804. Desde entonces, el joven chef no solo preparaba exquisitos manjares, sino que también organizaba fastuosos banquetes para la élite europea. En este escenario, no solo se trataba de cocinar, sino de asombrar, de crear experiencias sensoriales que fueran tan impresionantes como los propios eventos. Así, Antonin empezó a forjar su leyenda como el primer “chef-celebridad” de la historia. Su cocina no era solo un arte, sino también una herramienta diplomática.

Rápidamente se convirtió en una figura deseada por los más poderosos del continente, cocinando para Napoleón y siendo solicitado más allá de Francia. En 1816, viajó a Londres para servir al príncipe regente, el futuro Jorge IV, y poco después lo haría también para el zar Alejandro I de Rusia. Aunque su estancia en Inglaterra fue breve, debido al clima y la rigidez de la corte, estas experiencias consolidaron su estatus internacional.

La historia real del primer cocinero celebridad que ha inspirado 'Carême: chef de Reyes', el nuevo éxito de Apple TV+© Apple TV+

Durante este tiempo, perfeccionó lo que hoy conocemos como alta cocina francesa. Sus platos no solo eran deliciosos, sino visualmente deslumbrantes. Elevó la pastelería y la cocina a una forma de arte. Combinando su amor por la arquitectura con la gastronomía, diseñó platos que se convertían en verdaderos "monumentos comestibles". Uno de sus logros más notables fue la creación de los "pièces montées" (piezas ensambladas), estructuras arquitectónicas hechas de azúcar, merengue y otros ingredientes, que imitaban monumentos famosos como el Arco de Triunfo o el Templo de Vesta. La aristocracia veía en estas creaciones una declaración de lujo y exclusividad, por lo que Carême no solo conquistaba paladares, sino también salones y corazones.

Carême, fue el primer cocinero que se convirtió en estrella mundial© Apple TV+

Sus grandes innovaciones culinarias

Marie-Antoine Carême fue el gran revolucionario de la cocina francesa. Es reconocido por sistematizar la gastronomía gala y por sus aportaciones técnicas y creativas que han trascendido hasta nuestros días. Fue el primero en clasificar las salsas en cinco categorías fundamentales, conocidas como las "salsas madre": bechamel, velouté, española, allemande y tomate. Esta clasificación sentó las bases de la cocina moderna y sigue siendo clave en la formación de chefs de hoy.

Carêreme perfeccionó el soufflé, introdujo el uso de la manga pastelera para el merengue y creó el vol-au-vent y el croquembouche© Apple TV+

Su creatividad no se limitaba a las salsas, también perfeccionó el soufflé, introdujo el uso de la manga pastelera para el merengue y creó el famoso vol-au-vent, una delicada masa rellena que se ha convertido en un clásico de la gastronomía francesa. Pero, sin duda, una de sus invenciones más célebres fue el croquembouche, una torre de profiteroles bañados en caramelo que hoy en día sigue siendo un símbolo de celebraciones y bodas en Francia.

Carême instauró el uniforme blanco en la cocina y creó el gorro alto de cocinero© Getty Images

El estilismo con el que revolucionó la cocina: el símbolo del chef moderno

Otra de las contribuciones más visibles de Carême fue la instauración del uniforme de chef: la chaqueta blanca, el delantal inmaculado y el gorro alto, conocido como toque. Inspirado en la vestimenta de los aristócratas, Antonin consideraba que el cocinero debía reflejar la limpieza, el orden y la dignidad de su oficio. Hoy, ese atuendo sigue siendo el estándar en las cocinas de todo el mundo, un símbolo de la seriedad y el prestigio de la profesión.

Su fama se extendió por toda Europa© Apple TV+

Mucho más que un cocinero: reconocimientos y legado

A lo largo de su carrera, Carême no solo cocinó para las figuras más relevantes de su época, sino que también se convirtió en el primer chef famoso del mundo. Su fama se expandió por toda Europa, consolidándose como un referente de la alta cocina y un pionero que transformó cada plato en una obra maestra.

Antonin Carême unió gastronomía y arte© Apple TV

Además de su labor culinaria, fue un prolífico escritor. Publicó varios libros, entre los que destaca L'Art de la Cuisine Française au XIXe Siècle (El arte de la cocina francesa del siglo XIX), una obra en cinco volúmenes que recopilaba sus conocimientos y técnicas y que ha perdurado como una de las más influyentes en la gastronomía. A través de sus páginas, transformó el concepto de la cocina y su influencia sigue viva hoy en cada chef que aspire a ser algo más que un simple cocinero. También se adentró en la arquitectura y el diseño, demostrando su versatilidad y la conexión entre las artes y los fogones.

Carême se casó con Henriette Sophie Mahy de Chitenay. Más tarde, vivió con Agathe Guicharday, con quien tuvo una hija llamada Marie-Agathe. © Apple TV+

Su lado más personal

A pesar de que la serie lo presenta como un donjuán lleno de intrigas amorosas, su vida real fue mucho más tranquila. Carême se casó en 1808  con Henriette Sophie Mahy de Chitenay, aunque su relación terminó cuatro años después. Más tarde, vivió con Agathe Guicharday, con quien tuvo una hija llamada Marie-Agathe. 

Su legado, perdura más allá de su muerte© Gamma-Rapho via Getty Images

Su muerte e influencia

Carême falleció en París el 12 de enero de 1833 a los 48 años, probablemente debido a problemas respiratorios derivados de la exposición al humo de las cocinas de carbón. Fue enterrado en el cementerio de Montmartre, donde su tumba se ha convertido en un lugar de peregrinaje para los amantes de la gastronomía.

Su legado, sin embargo, perdura más allá de su muerte. Antonin no solo transformó la cocina en una forma de arte, sino que también elevó el estatus del chef a nivel internacional. Cada cocinero que pasa por las cocinas de hoy sigue el rastro de Carême, que con su creatividad y dedicación, logró que la gastronomía fuera reconocida como una disciplina artística.

La serie que ahora lleva su nombre vuelve a despertar el interés por una figura que no solo cambió la forma de cocinar, sino también la manera de comer, de presentar, de vestir y de entender la gastronomía como una experiencia completa. Carême no solo alimentaba estómagos, sino también el arte, la política y hasta el protocolo de toda una época. Y lo hacía con sabor, precisión y un sentido del espectáculo que ningún chef moderno ha logrado igualar por completo.

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