La gala de Supervivientes dejó este jueves una de las expulsiones más emocionantes de la edición. Nieves Bolós dijo adiós a la aventura hondureña tras enfrentarse en el duelo final a Joshua, su gran apoyo dentro del reality. La tensión se apoderó de la palapa cuando Laura Madrueño reveló que Joshua era el concursante salvado por la audiencia.
“Te quiero”, le decía él mientras la abrazaba. Nieves, por su parte, aceptó el veredicto con entereza: “Podría haber aguantado más, pero me voy con la cabeza muy alta”.
Carmen Alcayde, primera salvada
La ceremonia de salvación comenzaba con los tres nominados —Joshua, Nieves y Carmen Alcayde— colocados bajo los cubos de barro. Laura Madrueño fue anunciando, paso a paso, el resultado de la votación del público. Carmen se libró en primer lugar, y no pudo ocultar su euforia: “¡Os amo, España! ¡Es la primera vez que me salvo antes de la palapa!”, exclamó entre gritos.
Esto dejaba el cara a cara final entre Joshua y Nieves, ambos del equipo Calma. Uno de los dos tenía que despedirse para siempre del concurso, quedándose a las puertas de la esperada unificación.
Minutos más tarde, Jorge Javier Vázquez retomaba la conexión con la palapa para anunciar la decisión definitiva. Nieves y Joshua escuchaban en pie el nombre del concursante salvado. “Los espectadores han decidido que el concursante que continúa en Supervivientes sea… ¡Joshua!”, anunciaba el presentador.
Ambos rompieron a llorar. Joshua dedicaba unas palabras a su amiga: “Me llevo a una persona que me ha hecho el concurso más fácil. Gracias por tanto. Esto no será lo mismo sin ti”.
Por su parte, Nieves demostró fortaleza hasta el final. Agradecida y serena, se despidió de sus compañeros: “Estoy muy orgullosa de haber llegado hasta aquí. Tengo energía de sobra, pero es el momento de volver a casa. Me da pena, pero es lo que toca”.
Una expulsión clave
La salida de Nieves se produce justo en el umbral de la unificación, un momento decisivo del concurso. Su expulsión supone no solo la pérdida de una competidora fuerte, sino también de una pieza clave en la convivencia del grupo. Su amistad con Joshua, que fue creciendo gala tras gala, se consolidó como una de las relaciones más genuinas de la edición.
Con su marcha, los supervivientes afrontan una nueva etapa en Playa Magna. La convivencia se reorganiza y las alianzas se redefinen. Nieves no vivirá esa fase, pero se despide dejando huella entre sus compañeros y en la audiencia.
La recta final, más cerca
La unificación marca el comienzo del último tramo del concurso, donde las estrategias cobran más peso y cada paso cuenta. Nieves no estará en esa lucha, pero su paso por el reality ha dejado momentos que han conectado con el público y con sus compañeros. Mientras tanto, Joshua continúa en la competición con el respaldo de la audiencia y el recuerdo reciente de una expulsión que, sin duda, ha dejado huella.