En medio de las especulaciones sobre el distanciamiento entre Brooklyn Beckham y sus padres, David y Victoria Beckham, Meghan Markle y el príncipe Harry han compartido mesa con el joven matrimonio en su residencia de Montecito, California. Según ha podido confirmar PEOPLE, la velada tuvo lugar en un entorno íntimo y acogedor y, aunque los duques de Sussex no cursaron la invitación directamente, sí ejercieron de anfitriones en una cena a la que también asistieron ejecutivos del mundo del cine y otros invitados VIP.
“Brooklyn y Nicola fueron invitados antes de las múltiples celebraciones del cumpleaños de David, así que el momento es pura coincidencia”, explicaba una fuente en exclusiva a la publicación. Aun así, no ha pasado desapercibido que este encuentro se produce justo después de que la ausencia de la pareja en los eventos del 50 cumpleaños del exfutbolista, celebrado tanto en Miami como en Londres, llamase especialmente la atención. Pese a haber estado en Londres durante esa semana, ni Brooklyn ni Nicola acudieron a los festejos familiares, una ausencia que no ha hecho más que alimentar los rumores de tensión.
En palabras de otro allegado a la familia Beckham, “la relación no está rota del todo. Le quieren y siempre estarán para él, pero están dolidos y decepcionados porque ya no forma parte de la vida familiar como antes”. Una declaración que apunta a una herida abierta, aunque no definitiva.
La cena en casa de Meghan y Harry fue descrita como una velada cálida y agradable. “Brooklyn y Nicola pasaron un rato maravilloso y encontraron a Harry y Meghan especialmente amables, generosos y atentos”, aseguró una fuente cercana. Según informó The Sun, el propio príncipe Harry habría mostrado a Brooklyn su “apoyo incondicional como alguien que ha vivido experiencias familiares similares”. En ese contexto, no sorprende que los cuatro conectaran tan bien, encontrando incluso “puntos en común” entre ellos.
La coincidencia no deja de ser significativa. Harry, que en los últimos años ha protagonizado un distanciamiento público con la familia real británica, ha manifestado recientemente su deseo de acercamiento. En una sincera entrevista con la BBC el pasado 2 de mayo, el duque confesó: “A mi padre, el Rey Carlos, no le gusta hablar conmigo. Y no sé cuánto tiempo le queda…”. A pesar de todo, añadía con esperanza: “Me encantaría una reconciliación con mi familia. No tiene sentido seguir luchando”.
Estas palabras llegan tras un periodo complejo para el príncipe, en el que ha admitido sentirse profundamente herido: “Claro que algunos miembros de mi familia nunca me perdonarán por haber escrito un libro. Pero yo sí he pasado página. Puedo perdonar la implicación de mi padre, de mi hermano y de mi madrastra. Incluso en gran medida a la prensa”.
Por su parte, Brooklyn ha roto recientemente su silencio en torno a la figura de su padre. En una entrevista con The Sunday Times, publicada el 10 de mayo, aunque realizada semanas antes, el joven reflexionaba sobre uno de los vínculos más especiales que le une a David Beckham: su afición por los coches. “Es algo que compartimos desde que era muy pequeño. Mi padre ha tenido coches muy bonitos”, comentaba con cariño, mencionando que su favorito es un Jaguar de 1954, que apenas saca “salvo cuando hace un día perfecto”.
Nicola, por otro lado, también ha sido señalada como fuente de tensión dentro del entorno familiar. Fuentes próximas han apuntado que “desde que entró en la familia, no ha demostrado lo que Victoria consideraría respeto hacia ellos”. Las diferencias, que se hicieron más visibles durante la boda, no habrían mejorado con el tiempo. Una conversación sobre bebés habría sido especialmente sensible: “Victoria comentó que fue una madre joven y sugirió que quizá era buen momento para empezar… pero Nicola no encajó bien ese comentario”, relata una fuente.
Las redes sociales también han reflejado esta distancia. Nicola no ha aparecido en imágenes familiares recientes, y su interacción con los hermanos de Brooklyn ha sido objeto de cierta controversia. A principios de abril, comentó con afecto una publicación de Mia Regan, exnovia de Romeo Beckham. Poco después, Cruz Beckham publicó un mensaje similar en tono irónico, y Romeo reaccionó con emojis de risa. Un gesto aparentemente trivial, pero que no pasó desapercibido para los seguidores de la familia.
Nicola y Brooklyn comenzaron su relación en 2019 y se casaron tres años después en una espectacular boda celebrada en Florida. Desde entonces, han sido protagonistas tanto de eventos sociales como de ciertos desencuentros familiares que, por ahora, no parecen resueltos del todo.
La visita a casa de los duques de Sussex, en este contexto, adquiere una dimensión significativa. Para algunos, es una muestra de que tanto Brooklyn como Nicola buscan espacios de conexión alejados de la presión familiar. Para otros, podría tratarse simplemente de una coincidencia en la agenda social de Hollywood. Lo cierto es que, como apuntan fuentes cercanas a la reunión, hubo complicidad y sintonía. Y en estos tiempos convulsos, toda chispa de entendimiento, por pequeña que sea, resulta esperanzadora.