Todas las miradas se centraron en Alejandra Rubio después de que se hicieran públicos unos audios en los que calificaba a su tía, Carmen Borrego, de "subnormal" por haber concedido una exclusiva mostrando la casa de María Teresa Campos en Málaga, tan solo unos meses después de su muerte. Lejos de eludir la controversia, la colaboradora ha decidido enfrentarse a la polémica de manera directa. Lo primero que ha hecho ha sido pedir perdón públicamente a su tía por usar ese término. Después, se ha mantenido firme en su postura, afirmando que, aunque lamenta el revuelo, sigue considerando un error la portada de su tía en la revista Lecturas.
"Siento mucho haber dicho esa palabra fea. Ya le he dicho a Carmen que lo siento. Todo lo demás es lo que sabe mi familia que pienso. El fallecimiento de mi abuela era muy reciente. Para mí no era el momento de hacer esa exclusiva. Pero es su herencia y es su casa. Solo he dado mi opinión en privado y pensaba que iba a quedar en privado, pero bueno, ya sabemos que hay gente de todo tipo en este maravilloso mundo", ha explicado, no sin antes confirmar que ya había tomado medidas legales por la filtración del audio.
Según ha contado Alejandra, su tía ha aceptado sus disculpas y no ha dado mayor importancia al tema. "Le he dicho que ya sabe cómo hablo cuando me enfado". Además, ha asegurado que nadie de su familia se ha "escandalizado" por este audio porque "tampoco es para tanto y podría haber sido peor conociéndome". "Yo hablo así. No son las mejores formas, pero estaba en un entorno de confianza".
Alejandra también ha compartido la reacción de su madre, Terelu Campos, al polémico audio. "Nadie me conoce mejor que ella", ha dicho. La colaboradora ha intentado quitar hierro al asunto porque no quiere que su progenitora ponga rumbo a Supervivientes preocupada. "Por mí esto está más que zanjado. Si quieren darle más bola de la que tiene que se la den, pero conmigo que no cuenten".
Alejandra ha relatado que este tema no tiene más recorrido porque no va a empezar ninguna "guerra" con su tía. "No quiero problemas. Si ella se lo ha tomado mal, lo siento muchísimo", ha declarado. "Si hubiera pasado al revés, sé que ella también lo entendería porque ella se enfada muchas veces conmigo y también lo comenta con sus amigos, no amigos, con quien sea, y me parece normal, somo humanos. Si mi tía algún día dice: 'Es que esta niña es tonta', que alguna vez lo ha dicho, pues qué hacemos, ya está. Cuando una persona está molesta se le puede ir la lengua y decir cosas que no está bien", ha añadido.
Por último, ha insistido en lo mucho que respeta a su tía. Simplemente, tal y como ha dicho, tanto ella como Carmen son dos personas totalmente independientes con opiniones muy dispares en determinados asuntos.