El mundo de la política ha perdido a una de sus figuras claves del siglo XXI. Ha muerto José Mujica, conocido como Pepe Mujica y expresidente de Uruguay entre 2010 y 2015, un lustro que fue suficiente para convertirse en un símbolo para su país. Ha sido el actual mandatario, Yamandú Orsi, quien ha confirmado la noticia, que llega tras varias semanas en las que mucho se ha hablado acerca de su empeoramiento. "Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo", se puede leer en el texto.
La muerte de Mujica llega un año después de ser diagnosticado de cáncer, una situación que él mismo confirmó: "Necesito informarles que el viernes pasado concurrí al centro médico Casmu a hacerme un chequeo en el cual se descubrió que tengo un tumor en el esófago, que es algo obviamente muy comprometido y que es doblemente complejo en mi caso, porque padezco una enfermedad inmunológica hace más de 20 años". Días después explicó que debía someterse a un tratamiento de radioterapia y en diciembre le colocaron un stent en el esófago para seguir alimentándose vía oral
En todo momento se mostró transparente a la hora de abordar la evolución de su enfermedad y en enero explicó que tenía metástasis en el hígado. "No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta", relató en una entrevista con el periódico local Búsqueda en la que pidió tranquilidad para vivir este proceso en la más estricta intimidad. "Me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso", indicó.
Nacido el 20 de mayo de 1935 en Montevideo, pertenecía a una familia humilde dedicada a la agricultura. Indignado por las desigualdades, participó en una guerrilla urbana que le llevó a estar preso durante 15 años. "La soledad es uno de los castigos más duros", dijo sobre aquella etapa de su vida que le marcó, como contó en el documental El Pepe, una vida suprema.
Su vinculación con la política le llevó a conocer a la que ha sido su compañera hasta el final, Lucía Topolansky, diez años menor. Se conocieron en la juventud y él lo relataba como un destello de luz en la noche. De aquel primer cruce de miradas había dos versiones, ya que ella decía que el primer día que lo vio le entregó documentos falsos, mientras que él sostenía que el encuentro se produjo en un túnel que se usaba para escapar de prisión. Sea como fuere, la realidad es que fueron inseparables y se mantuvieron unidos emocionalmente a pesar de las circunstancias.
Fueron inseparables, pero no se casaron hasta 2015. Les gustaba llevar una vida sencilla a las afueras de Montevideo, donde disfrutaban de planes tan simples como cuidar flores, escuchar música y pasear con su mascota. "Encajamos, pero ella es mucho más ordenada, tiene más cultura del hogar que yo. Tiene una arquitecta frustrada, vive siempre organizando cositas. Me ha hecho la vida posible", explicó en AFP, donde también explicó que le daba pena no haber tenido descendencia: "Sí, lo lamento. Me dediqué a cambiar el mundo y (...) se me fue el tiempo".