El recién elegido Papa León XIV ha protagonizado uno de los gestos más inesperados y conmovedores de los últimos tiempos. Apenas 48 horas después de convertirse en el primer Pontífice originario de Estados Unidos, viajó a la Basílica de Santa María la Mayor para rendir homenaje a Francisco, su predecesor fallecido el 21 de abril. Allí, en un ambiente de recogimiento absoluto, dejó una rosa blanca sobre la lápida con la inscripción Franciscus. Antes de este emotivo acto, León XIV también se desplazó al santuario de la Madre del Buen Consejo, en Genazzano, donde rezó ante la Virgen mientras los vecinos, sin dar crédito, se apiñaban a las puertas del templo. Un día lleno de símbolos, emociones y sorpresas que marcan el inicio de un pontificado que ya apunta maneras. ¡No te pierdas el vídeo en el que el estrenado Pontífice rinde homenaje a su predecesor!