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El pasado sábado 3 de mayo, numerosos representantes de la aristocracia europea asistieron, en Sanlúcar de Barrameda, a la boda del príncipe Alonso de Orleans-Borbón y la condesa Charlotte de Liedekerke. La pareja contrajo matrimonio en el convento de los capuchinos y, después, la recepción se celebró en una antigua fortaleza de la localidad gaditana.
© David Nivière"Mi familia vino a Andalucía hace muchos años, con el duque de Montpensier, y siempre tuve una cercanía con este lugar. Nos planteamos si nos casábamos en Bélgica, de donde es mi mujer, o en esta preciosa tierra, y la decisión fue fácil", nos confiesa el novio, nacido en París hace 30 años, del matrimonio entre el príncipe Alfonso de Orleans-Borbón y Ferrara-Pignatelli, duque de Galliera, y Véronique Goeders.
Alonso desciende de la rama española de Orleans, cuyos antepasados fueron nombrados infantes de España y su linaje entronca con la Reina Isabel II. Su padre, Alfonso de Orleans-Borbón, es el séptimo duque de Galliera, título del Reino de Italia que Alonso heredará algún día.
El vínculo del novio con Sanlúcar proviene también de su padre, nacido en 1968 en Santa Cruz de Tenerife. Aficionado a las carreras, el príncipe Alfonso creó en 1999 el equipo de automovilismo Racing Engineering, que compite en las carreras de GP2, la antesala de la Fórmula 1. Con base en la localidad gaditana, fue la primera escudería española que participó en las 24 Horas de Le Mans en el año 2000.
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© David NivièreLa novia, hija de los condes Benoît de Liedekerke, llevó un vestido blanco de línea clásica, con manga larga, escote en "V" y falda de vuelo.
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© David NivièreLo combinó con dos joyas muy especiales: su anillo de compromiso —que perteneció a la abuela de Alonso, Emilia Ferrara-Pignatelli— y la tiara, "que fue un precioso regalo de mi tía abuela Beatriz", admite el novio.
Alonso es licenciado en psicología por la Universidad Complutense de Madrid y máster en psicología organizacional por la Universidad de Maastrich. También obtuvo un doctorado de HEC Lausanne, en estudios de comportamiento organizacional. Por su parte, la condesa Charlotte tabajó en París en comunicación para el sector del lujo, antes de trasladarse a Madrid para realizar sus estudios. En particular, tiene un master en innovación y emprendimiento.
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