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Digital Cover actualidad© Diócesis de Chiclayo

La vida del Papa León XIV en Chiclayo: de sus traslados en caballo a su labor durante la pandemia

Robert Prevost dedicó más de tres décadas de su vida al servicio de las comunidades rurales del norte peruano


9 de mayo de 2025 - 20:45 CEST

"Gracias, Chiclayo", son las palabras en español que el Papa León XIV pronunció este jueves 8 de mayo desde el balcón de la plaza de San Pedro. A pesar de que nació en Chicago hace 69 años, ejerció en esta zona gran parte de su labor misionera y de esta manera quiso rendir homenaje a la ciudad que marcó su vocación pastoral durante 40 años. Repasamos sus más de tres décadas en Perú, donde llegó a ser obispo y recordando que tiene raíces españolas por parte materna. 

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Su vínculo con Perú

Fue en 1985 cuando llegó por primera vez a Chulucanas tras ser ordenado sacerdote tres años antes y desde entonces, Prevost supo que su lugar estaba al otro lado del hemisferio, lejos de su natal Illinois, pero cerca de quienes más lo necesitaban.. Este fue su primer destino como misionero y donde desempeñó su labor como vicario parroquial y luego como canciller de la Prelatura Territorial. Justo en esta época, comenzó el momento más difícil para el país, por lo que su tarea fue importantísima en la zona, ayudando a todos los que lo necesitaban y orientando a jóvenes agustinos en Trujillo, donde trabajó como profesor y párroco.

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A lo largo de sus años como misionero, Robert Prevost recorrió todos los rincones del norte peruano. Incluso, montado a lomos de un caballo, se acercó a visitar los lugares más recónditos y las comunidades rurales con más difícil acceso. Trotando y galopando, cruzó las quebradas de Lambayeque para llegar a los pueblos más olvidados incluso sin cesar en su empeño por ayudar a los demás, durante la pandemia, se desplazó a ciertos sitios para celebrar misa, escuchar a los fieles o simplemente acompañarlos.

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Convertido hoy en el primer papa estadounidense, ha resaltado su historia marcada por la cercanía, la humildad y el compromiso con América Latina. Como podemos ver en la fotografía que acompaña estas líneas, nada lo detenía. Su fe y su profundo deseo de ayudar a los demás eran lo que lo impulsaba a apoyar al pueblo peruano. Muchos lo conocían como el padre Robert, quien, gracias a su dominio del español, escuchaba atentamente los relatos de quienes necesitaban consuelo.

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Cabe recordar que en 2014 el papa Francisco lo nombró administrador apostólico de Chiclayo. Al año siguiente, fue confirmado como obispo de la diócesis, obtuvo la nacionalidad peruana y dirigió la diócesis durante casi una década. "Es para mí una alegría, una gran bendición, estar nuevamente después de unos nueve, diez meses desde la última vez aquí en Chiclayo", confesó en el 11 de agosto de 2024. Además, también visitó Ferreñafe y recorrió Motupe, Salas, Pítipo o el distrito de Manuel Mesones Muro. 

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Un legado entre Chiclayo y Roma

Poco a poco, la figura de Prevost fue ganando peso dentro del Vaticano. En 2023, fue nombrado prefecto del Dicasterio para los Obispos, una posición desde la cual supervisó el nombramiento de prelados en todo el mundo. En paralelo, asumió la presidencia de la Pontificia Comisión para América Latina. Su recorrido académico, con formación en matemáticas y doctorado en Derecho Canónico, además de su dominio de múltiples idiomas, lo convirtieron en un puente entre Roma y América.

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