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Álvaro Vargas Llosa zanja los rumores que surgieron al morir su padre y recuerda los últimos días del escritor

Mario Vargas Llosa, Nobel de Literatura, quiso trasladarse a Perú cuando vio que su salud se debilitaba


5 de mayo de 2025 - 20:00 CEST

La última etapa de Mario Vargas Llosa estuvo marcada por la discreción, igual que su muerte, que se produjo el 13 de abril a los 89 años. La familia del Nobel de Literatura cumplió con las voluntades del escritor, que pidió expresamente ser velado e incinerado en la más estricta intimidad. Son muchas las informaciones que entonces surgieron sobre el final del autor y las causas de su fallecimiento, rumores de los que ha hablado por primera vez el mayor de sus tres hijos. Álvaro Vargas Llosa ha zanjado las especulaciones y ha dado detalles desconocidos de la despedida al que para él es una figura insustituible más allá de un gigante de las letras.

Media Image© Getty Images

El miembro de la Academia francesa y de la RAE vivió en diferentes puntos del mapa, pero consciente de que su final estaba cerca, decidió instalarse en su Perú natal, donde viven muchos de sus allegados. El mayor de sus tres hijos, todos nacidos de su matrimonio con Patricia Llosa, ha explicado en una entrevista en El Comercio que quiso volver a Lima al ver cómo su estado de salud se estaba deteriorando, cada vez con más fatiga y menos movilidad. Su deseo era estar cerca de la familia y tener "la comodidad de su hogar" del distrito de Barranco, en el que murió rodeado de su familia y en paz.

En los últimos meses, Mario Vargas Llosa quiso hacer un recorrido por los escenarios reales de Lima que inspiraron algunos de sus títulos más conocidos, a través de los cuales vivió incontables vidas: desde el bar La Catedral, que aparece en Conversación en La Catedral, al Colegio Militar Leoncio Prado, clave en La ciudad y los perros. "Estos paseos los hacíamos casi en clandestinidad. Elegíamos horas, vestimenta, todo tipo de detalles para que no se diera cuenta la gente, porque adonde iba y lo reconocían, se arremolinaba la gente, y eso para su salud era malísimo”, ha relatado su hijo mayor en el citado medio.

El Nobel de Literatura pasó su último cumpleaños, el 28 de marzo, rodeado de sus hijos y su exesposa, Patricia Llosa© Foto: Álvaro Vargas Llosa

Su familia estuvo a su lado hasta el último momento y  vivieron esa etapa de forma íntima, con diálogos de despedida y sin perder ni un instante el sentido del humor. Y es que Álvaro recuerda que "hacía comentarios resignados, con cierto humor negro".  La mujer, los tres hijos y los nietos de Mario le paseaban, le ponían conciertos de música clásica (especialmente de Beethoven y Mahler) y le recitaban novelas, tanto suyas como de otros autores a los que admiraba, como Gustave Flaubert y su conocida Madame Bovary. También hubo comentarios llenos de amor, como cuando su primogénito le dijo 'Hubiera preferido irme antes que tú' o el instante en el que el escritor le preguntó a su esposa si estaba enamorada.

Álvaro, que ha seguido los pasos de su padre en el mundo de la literatura, ha pedido no hacer caso a todos los rumores que han circulado sobre la muerte de su padre y ha aclarado, no murió de leucemia, como se ha señalado en diferentes medios: “Mi padre no murió de leucemia. Lo que tenía era unas defensas muy bajas que lo hacían propenso a infecciones de distinto tipo”. Ha explicado que contrajo neumonía, enfermedad que ya había tenido en ocasiones anteriores. Este problema hizo que se debilitara muy rápido y se sumó la insuficiencia cardíaca que tenía en la recta final.

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