Nerea Garmendia, nos presenta a su primer hijo, Unax, el mejor regalo a sus 45 años

Acompañada por su pareja, Luis Díaz Núñez: 'Traer un bebé al mundo es algo especial, da igual el momento de tu vida en el que lo hagas. Pero, en nuestro caso, está siendo mágico'

3 de mayo de 2025 - 6:31 CEST3 de mayo de 2025 - 6:31 CEST

Nerea Garmendia, actriz de la mítica serie Vaya semanita (Netflix), presentadora, creadora de contenido en redes sociales con su parte de cómica y monologuista en teatros, se ha convertido en madre, a los 45 años, junto a su pareja, Luis Díaz Núñez, en un proceso que ha sido el fruto de un largo camino para convertirse en padres. Tres semanas después de dar a luz a su hijo, por fecundación in vitro, la pareja posa por primera vez para ¡HOLA!, mostrando con orgullo a su bebé, quien llegó al mundo el pasado 4 de abril. Un gran regalo que ha cambiado sus vidas para siempre. En esta entrevista, Nerea y Luis abren su corazón y nos cuentan cómo ha sido todo el proceso, desde los momentos más difíciles hasta la emoción del primer encuentro con su hijo. Unax, un nombre cargado de significado, representa no solo un nuevo comienzo para los dos, sino también el triunfo del amor, la paciencia y la constancia. Y aunque las primeras semanas de paternidad han sido un torbellino de emociones, para ellos el esfuerzo ha valido la pena. En sus palabras, ser padres ha superado todas las expectativas, y están más felices que nunca con su pequeño, a quien miran con una ternura infinita.

"Haber vivido más te da otra perspectiva, te permite priorizar. Ahora, voy a poder dedicarle a nuestro hijo mucho más tiempo del que quizá hubiera podido con 30"

Nerea Garmendia y su pareja, Luis Díaz, con su bebé — Nerea Garmendia y su pareja, Luis Díaz Núñez, nos presentan por primera vez a su hijo, Unax, que nació el pasado 4 de abril. "Es muy fuerte levantarte cada día —cada toma, cada tres horas— y ver que tienes un ser humano que has creado dentro de tu cuerpo y que te mira. Para él, tú eres su mundo entero", nos cuenta la actriz, que, a la derecha de estas líneas, también posa junto a su perro, 'Coco', uno más en familia que han formado

"Estamos en una nube"

—Nerea, ¡enhorabuena! ¿Cómo estás viviendo estas primeras semanas?

—Pues la verdad es que estamos que no nos lo creemos. Parece una forma de hablar, pero es muy fuerte levantarte cada día —cada toma, cada tres horas— y ver que tienes un ser humano que has creado dentro de tu cuerpo y que te mira. Para él, tú eres su mundo entero. Estamos en una nube, la verdad.

—¿Qué significa para ti, en este momento de tu vida, haber traído al mundo a tu hijo?

—Traer un bebé al mundo es algo especial, da igual el momento de tu vida en el que lo hagas. Pero, en nuestro caso, está siendo especialmente mágico, quizá un poquito más, porque Unax ha sido muy buscado, muy deseado y nos ha costado un poquito. Así que lo estamos disfrutando muchísimo. Además, al tener nosotros un poco más de edad de lo que nos hubiese gustado, también estamos viendo el lado positivo. En este caso, la experiencia es un grado. Haber vivido más te da otra perspectiva, te permite priorizar. Yo ahora voy a poder dedicarle a mi hijo mucho más tiempo del que quizá hubiera podido con 30. No ha sido una elección planificada, pero, buscando ese lado positivo, sabemos que podremos darle lo más valioso que tenemos: nuestra dedicación, nuestro amor y todo lo que hemos aprendido en la vida.

—¿Qué sentiste cuando viste por primera vez la carita de tu bebé y lo pusieron en tus brazos?

—No pude estar con él todo el tiempo que hubiese querido por la cesárea, pero, en ese momento, todo se paró. Lo vi y era como un muñeco, sin cara de sufrimiento. Parecía tan tranquilo, tan en calma... Eso me dio mucha calma a mí también. No sentí preocupación porque veía que estaba bien, tan rosita, con los labios rojos, con una tranquilidad que me sorprendió. Y pensé: "Ojalá pueda hacer que no sufra mucho en la vida".

—¿Cómo es? ¿Qué detalles ya te tienen completamente enamorada?

—Pues mira, hay muchísimos detallitos. Aún tiene tres semanas y es increíble cómo puedes conocer a un bebé que todavía no puede hablar ni expresar sus emociones como lo hacemos los adultos. Pero sí los expresa a su manera. Por ejemplo, cuando se despierta, parece un dinosaurio, como un velociraptor. Le llamamos Blue porque, cuando empieza a gritar y a lloriquear, no llora como un bebé, sino como un dinosaurio pequeñito con unos agudos que nos hace mucha gracia. Luego tiene la famosa hora bruja, de 9 a 11, un par de horas en las que el niño se convierte en un gremlin mojado, no hay forma de calmarlo. Bueno, sí, hay forma: con un bañito recostado en mi pecho. Ahí es cuando notas que ha estado en tu barriga estos nueve meses. Es una pasada. Es muy bueno y ya tiene una personalidad muy muy definida.

—Como mamá, ¿te has lanzado a hacer cosas que nunca hubieras pensado que harías, como cantar o hacer ruiditos para calmarlo?

—¡Sí, totalmente! Es algo que nunca imaginé, pero que ahora me sale de manera natural. Nunca fui de tener ese instinto por los niños, jamás me consideré 'niñera'. De hecho, nunca fui de llegar a un sitio y querer cargar a un niño o jugar con él. Pero ahora, con mi hijo, es diferente. Le hablo en euskera, le canto, hago ruiditos... Cosas que jamás pensé qué haría. La verdad es que, aunque me rodean muchas cosas laborales, ahora mi prioridad es disfrutar de mi niño, de mi pareja y hasta de mi perro, Coco. Lo demás, realmente, me da igual. Lo único que quiero es aprovechar esta etapa al máximo.

Nerea Garmendia dándole un beso en la mano a su bebé

Luis: "Nunca había sido superpaciente. Con Unax, sin embargo, me ha llegado la calma, la paz y la tranquilidad. Me está haciendo muchísimo bien porque con él no tengo prisa"

Los parecidos

—Luis, ¿a quién dirías que se parece más vuestro hijo?

—Desde la primera semana, me di cuenta de que se parece mucho a mi hermano Ricardo, sobre todo cuando veo fotos de él de pequeño. Y en mi familia dicen que tiene algo de parecido con mi sobrina, Mayra, cuando era niña. Pero, sinceramente, yo no soy muy bueno para sacar parecidos. No tengo ese don.

—Nerea, Unax es un nombre precioso y poco común, ¿por qué lo habéis elegido, tiene un significado especial?

—Mi chico tenía muy claro que quería que fuera un nombre vasco, y yo, feliz y encantada. Así que, por ahí, fue fácil. Decidimos hacer un listado con los que más nos gustaban y coincidimos en Unax y Ander. El nombre de Unax nos encantó. Significa 'guardián', como el pastor de ovejas, y realmente creo que nuestro hijo va a ser un buen líder, un pastor para esta manada.

Nerea Garmendia y su pareja, sujetando a su bebé en brazos

—¿Cómo estás viendo a Luis en estas primeras semanas como papá?

—Yo sabía ya que iba a ser un gran padre y lo está demostrando con su increíble dedicación. Le flipan los niños, con los que tiene una conexión especial y se desvive por ellos. Además, el deseo que él tenía de ser padre era algo que llevaba dentro desde toda la vida.

—¿Se ha implicado en los cuidados del bebé desde el primer día?

—¡Es él quien me ha enseñado a cambiar los pañales! Tiene cuatro hermanos y la pequeña nació cuando él tenía 17 años. Aunque haya pasado mucho tiempo de eso, es como andar en bici, no se olvida. Como yo tuve que estar en reposo los tres primeros días, se ocupó de todo: de los pañales, de los biberones... Luego, cuando volvimos a casa, me enseñó cómo hacerlo. Mira por donde, tengo un pequeño manual de instrucciones a mi lado.

"Le llamamos “Blue”, porque, cuando empieza a gritar y lloriquear, no llora como un bebé, sino como un dinosaurio pequeñito, con unos agudos que nos hacen mucha gracia"

—Luis, ¿te has descubierto durante estos días algún talento oculto, como cambiar pañales con una mano o cantar nanas improvisadas?

—La verdad es que me manejo superbién. Sostengo siempre al niño con la mano izquierda y puedo hacer todo lo demás con la derecha. Pongo una lavadora o dos cada día, subo a la planta de arriba a por un pañal... Me está siendo muy fácil. Lo que sí he descubierto es la paciencia. Yo, hasta ahora, nunca he sido superpaciente. Si quiero algo, si estoy trabajando en algo, tiene que salir ya. Con Unax me ha llegado la calma, la paz y la tranquilidad. Me está haciendo muchísimo bien porque con él no tengo tanta prisa.

—La llegada de un pequeño, revoluciona cualquier casa. ¿Nerea y tú tenéis algún ritual en pareja que os ayuda a mantener la conexión a pesar del cansancio?

—Generalmente, lo tenemos por la noche, cuando el niño ya se ha tranquilizado. A veces nos ponemos a ver una serie y otras nos quedamos un rato hablando o nos servimos una copita de vino o una cervecita. Ese momento íntimo, aunque sea con el niño cerca, nos ayuda mucho a reconectar. Es importante buscar esos momentos y nos hace sentir muy felices poder seguir teniéndolos. Además, en mi caso, como estaré en casa durante casi seis meses antes de volver al trabajo, creo que este tiempo extra nos va a ayudar a superar este período, que puede ser un poco más complicado para nosotros.

"El nombre de Unax nos encantó. Significa 'guardián', como el pastor de ovejas, y realmente creo que nuestro hijo va a ser un buen líder, un pastor para esta manada"