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La última entrega de Universo Calleja nos ha regalado no solo paisajes inolvidables, sino también momentos cargados de emoción y verdad. En el mágico escenario del Mar Rojo y las cumbres del monte Sinaí, David Bisbal y Rosanna Zanetti se sinceraron para compartir, como nunca antes, los episodios más personales y delicados de sus vidas. Fue precisamente Rosanna quien sorprendió al abrir su corazón con una desgarradora vivencia que marcó un antes y un después en su historia.
© Telecinco"Yo imaginé toda mi vida en Venezuela", confesó la actriz, visiblemente afectada, mientras explicaba que su familia, de raíces italianas y chilenas, había emigrado al país con esperanza, pero acabó huyendo por necesidad. El detonante: un secuestro exprés que sufrió en primera persona. “Estaba esperando a mi prima en el coche cuando se acercaron con pistolas y me ordenaron meterme en el asiento de atrás”, relataba visiblemente afectada.
© rosannazanettiAquel día, su vida cambió para siempre. “Empiezan a registrar el coche, a preguntarte si tiene registro satelital, a qué te dedicas, a qué se dedica tu familia… para ver cuánto pueden pedir por ti. En Venezuela no es legal pagar rescates, pero lo tuvieron que hacer”, añadió, revelando la crudeza de la situación. A día de hoy, reconoce que no ha regresado a su país natal desde entonces: “Hasta que no haya un cambio de verdad, no siento que vaya a volver”.
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© davidbisbalEl silencio de los compañeros de travesía, entre ellos Santiago Segura y Jesús Calleja, hablaba por sí solo. Todos escuchaban con absoluto respeto el duro testimonio de Rosanna, que por primera vez lo contaba en televisión. David Bisbal, a su lado, también dejó ver su faceta más íntima al hablar de otro tema delicado: la enfermedad de su padre. Con voz serena, pero cargada de emoción, explicó que el que fue campeón nacional de boxeo, lleva quince años luchando contra una demencia progresiva. “Está bien. Yo creo que le haces una analítica y está mejor que todos nosotros”, dijo con una sonrisa que trataba de camuflar el nudo en la garganta.
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© davidbisbalSantiago Segura no tardó en intervenir: “Tu padre vivió tu éxito y eso es muy bonito, es para estar orgulloso”. A lo que David respondió con ternura: “Eso es verdad. Antes me preguntaba dónde iba a cantar y yo le decía que a México, y él me respondía que había peleado allí. Pero llegó un momento que no se acordaba ni de sus nietos”. El almeriense describió con honestidad la dureza de convivir con la enfermedad: “Es durillo porque cuando voy a abrazar a mi madre se enfada conmigo. Me dice que deje de abrazar a su mujer”.
© davidbisbalTambién reveló que ha aprendido a convivir con esta realidad: “Llevamos 15 años en progresión. Las primeras veces son difíciles. Cuando no conoce a tu hija, a tu hermana o a ti… Es boxeador, tiene su ADN todavía”. Al ser preguntado si la carrera como púgil -luchador que emplea los puños- de su padre pudo influir en su estado actual, David fue claro: “Junto a otras muchas cosas. Son 18 años de profesional. ¿Cómo no va a influir?”.
© davidbisbalUna pareja siempre unida
Pero entre la dureza de las confesiones, también hubo espacio para la complicidad. Calleja, divertido, quiso recordar los inicios de la relación entre el cantante y la modelo. “Yo he vivido todo el proceso. Me dijiste un día que habías conocido a una chica de Venezuela y ya empezó el runrún. Dejó de ir a verme”, comentó con humor. La pareja, que suma ya ocho años juntos, compartió cómo ha cambiado su rutina desde que son padres de Matteo y Bianca. “No le acompaño a todo. Cuando no teníamos niños, sí, pero ya no. Nos organizamos superbién”, explicó Rosanna. “Antes estuvimos tres meses en México, pero ahora no podemos alterar sus rutinas”, añadió.
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© davidbisbalDavid coincidió: “Esto es todo una logística, como tú cuando preparas los viajes”, bromeó, mostrando esa naturalidad que tanto caracteriza a la pareja. Rosanna y David, unidos por el amor, por los desafíos que han enfrentado y por la familia que han formado, mostraron en esta aventura que, detrás de los focos y los escenarios, hay dos personas fuertes, generosas y profundamente comprometidas con los suyos.
