4 lecciones importantes que nos está dando ‘OT 2023’

Está temporada está ayudando a visibilizar al colectivo LGTBIQ, así como favorecer el compañerismo y la flexibilidad de los concursantes

Por Vanessa Santos, Branded Content

Una semana más, los nervios por saber cómo avanzan las galas de Operación Triunfo se palpan en el ambiente, tanto en el plató, como en las casas o las redes. Tras la gala 3, que tuvo lugar ayer, la actuación del grupo Morat dio paso al anuncio de la Nómada Favorita de esta semana, Bea, que recibió el apoyo del 22% de la audiencia. En esta ocasión, entre los dos nominados de la semana pasada, fue Omar quien abandonó la academia, abrazado por todo el apoyo del público y de sus compañeros.

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España ha cambiado mucho desde 2002, año en el que se estrenó la primera edición de Operación Triunfo. Viajar en metro, guardar el turno en una sala de espera o salir a cenar con amigos es darse de bruces con una realidad que nos retrata como sociedad. Seguir una conversación de más de diez minutos sin mirar lo que ocurre en el teléfono móvil se ha convertido en un reto cada vez más difícil de superar. Ir en chándal ya no es un acto de dejadez, sino prueba de que sigues las tendencias –y la tuya es el athleisure–, y ver a una pareja del mismo sexo por la calle ya no sorprende a nadie (afortunadamente). En 2023, OT se emite a través de Prime Video, muestra inequívoca de que nuestro talent show favorito ha ido evolucionando al mismo ritmo que lo hacíamos los españoles pero, además, los concursantes son ahora más flexibles, más inclusivos y más diversos.

A continuación, recopilamos las 4 lecciones que nos está dejando Operación Triunfo 2023 y por qué no estamos solamente ante el fenómeno televisivo del año, sino también –y sobre todo–, un dechado de virtudes, lecciones y toda una revolución.

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Inclusión y diversidad, dos principios clave

No es la primera vez que OT se posiciona del lado de la libertad, animando a todo el mundo a divertirse y asumir su identidad, sea cual sea, pero está edición viene marcada más que nunca por la tolerancia. ‘OT 2023’ tiene la mayor representación del colectivo LGTBIQ de su historia, pero lo mejor es lo cómodos que parecen sentirse los concursantes con este hecho. Da igual tu identidad, en la Academia la clave para la convivencia es la mentalidad abierta de los chicos y chicas que participan en el talent show algo que, además, refuerza la amistad y el compañerismo al poder mostrarse cada uno tal y como es, sin filtros ni tapujos.

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El esfuerzo y el trabajo priman sobre todo lo demás

Hay concursantes que parecen venir ‘con todo hecho’, con una gran voz y buena materia prima para ganar. Hay otros por los que nadie apostaba en gala 0, sin embargo, esta edición está demostrando que, con trabajo, esfuerzo y escuchando a quien puede enseñarte (casi) todo es posible. Los concursantes aprenden cada día algo nuevo sobre ellos mismos y a luchar contra sus inseguridades semana tras semana. Además, todos los profesores se esfuerzan en demostrarles que es el esfuerzo lo que cuenta, y que para llegar a lo más alto no es suficiente con tener una buena voz, sino que es imprescindible desarrollar otras capacidades (y asumir que no siempre saldrá todo a la primera).

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El compañerismo como bandera

La espontaneidad y la naturalidad son dos de los rasgos que definen a los participantes en esta edición de Operación Triunfo. Son jóvenes que, además de talento, están demostrando cada semana el gran respeto y empatía que sienten por sus compañeros. La competencia está fuera del día a día en la Academia porque de lo que se trata es de apoyarse unos a otros y de aprender a convivir, teniendo en cuenta el esfuerzo que supone para ellos el ‘estar encerrados’ y ajenos a lo que sucede en el mundo exterior.

Flexibilidad ante todo

En esta edición los concursantes asisten a clases de yoga, lo que les ayuda a gestionar el cúmulo de emociones que viven cada día y a sobrellevar el estrés. Esto hace que se muestren mucho más receptivos y flexibles, tanto con su propio trabajo como con el de sus compañeros. A pesar de que cada uno tiene su registro, sus fortalezas y debilidades, en la Academia se les reta a probar cosas nuevas con las que no suelen sentirse tan cómodos para que puedan aprender que salir de la zona de confort es lo que les hará crecer como artistas y como personas.