Las lágrimas de Belén Esteban al recordar su infancia entre casas de empeños, cocido los domingos y veranos en Benidorm

La colaboradora, de 50 años, ha confesado que volvería al pasado sin dudarlo, sobre todo, para ver a su padre, fallecido en 2006

Por María Medina

Daría todo por volver a mi infancia", dijo Belén Esteban al inicio de su entrevista con Alberto Herrera en la Cope. La colaboradora confesó que viajaría al pasado sin dudarlo, sobre todo, para ver una vez más a su padre, Francisco Esteban, que falleció el 28 de abril de 2006 con tan solo 65 años. Lo que no sabía es que sus deseos se harían realidad. Con sus palabras, el periodista transportó a Belén al madrileño barrio de San Blas en el que se crio con sus padres y sus hermanos. Recordó que su familia era muy humilde y que su madre, María del Carmen Menéndez, acudía a una casa de empeños cada vez que llegaban las navidades para que sus hijos pudieran tener regalos. 

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Herrera contó a los oyentes que Belén pensaba que las personas que trabajaban allí eran ayudantes de los Reyes Magos. Hasta que un día, acompañó a su madre a ese almacén y al volver a casa se dio cuenta de que ya no llevaba ni el collar ni el anillo que se habían encontrado por el camino. "Me has hecho llorar, ¿vale? Qué bonito, me ha encantado, me ha gustado un montón y es como lo has contado. Sí, varias veces he ido con mi madre a la casa de empeños y una vez se encontró un anillo, sí", le dijo la colaboradora al locutor. "Me ha encantado, de verdad. Bueno, mi madre estará ahora llorando como una madalena, te lo digo. No me lo esperaba. Hoy me voy a ir de aquí llorando", añadió. 

El padre de Belén era "pintor de brocha gorda" y su madre trabajaba limpiando en unas galerías comerciales y en el Colegio Casa de la Virgen. Gracias a que su madre trabajaba en ese colegio, la colaboradora pudo estudiar en él y allí conoció a una de las personas más importantes de su vida, Sor Mercedes. "Fue mi monja. La he querido como a mi madre. Me llevaba a todos los lados mientras mi madre limpiaba. La gente dejaba ropa y ella siempre buscaba lo mejor para mis hermanos y para mí. Sor Mercedes ha sido un pilar enorme para nosotros". 

Belén dijo que era una auténtica casualidad que su cumpleaños fuera el 9 de noviembre y que un día antes, el 8 de noviembre, fuera el de Sor Mercedes y su padre. "Este año ella hubiera cumplido 100 años y mi padre 85. A mí me crio ella en el dispensario y yo tengo recuerdos buenísimos, Se ocupaba de mí, ibamos juntas a todos los lados, en mi casa tengo fotos. Luego iba a verla con Andrea y era su locura". 

Otro detalle de la infancia de la colaboradora es que todos los domingos se comía cocido en su casa. "No había otra opción. Siempre venía mi abuela Carmen a comer y yo tengo buenos recuerdos. Mis hermanos eran más mayores que yo y ellos se iban con los amigos o se bajaban a un descampado que había enfrente de mi casa, y yo siempre me quedaba con mi padre. A mi padre le encantaba la tele, las películas del Oeste y los programas de llorar. Yo soy muy de mi padre, somos muy llorones, y mi madre nos miraba...", comentó emocionada. 

Para Belén su familia era "muy normal y muy trabajadora". "Mis padres han trabajado muchisimo para sacarnos adelante y yo recuerdo a mi familia muy feliz. Íbamos de vacaciones a Benidorm en el Simca de mi padre y mi madre iba con la olla express. Nos quedábamos en un apartamento que alquilaban mis padres. Después se pudieron comprar una casita allí, que es donde vive ahora mi madre", señaló. 

La colaboradora reconoció que de pequeña no soñaba con dedicarse a algo en concreto. "No tenía ningún profesión clara, pero lo que sí tenía claro es que quería tener mi propia familia. Me ha costado un poco, la verdad, pero ahora la tengo", afirmó feliz. "Cuando nació lo que más quiero, mi vida cambió por completo, pero luego cuando conocí a mi marido Miguel es cuando realmente... llevo diez años con él", añadió.