Muere a los 91 años el director de cine Carlos Saura

El cineasta de la modernidad deja una larga lista de obras maestras por las que iba a recibir este sábado el Goya de honor en Sevilla

Por Andrea Torrecilla

Carlos Saura, el cineasta aragonés, ha fallecido a los 91 años, tan solo unos días después del estreno de su última película, Las paredes hablan, y apenas 24 horas antes de los Premios Goya donde iba a recibir el Goya de Honor de 2023 en reconocimiento a su extraordinaria carrera cinematográfica por su filmografía caudalosa, bien nutrida de obras maestras y fundamentales en la historia del cine español. En su extensa carrera destacan títulos emblemáticos como La caza, Cría cuervos, Elisa, vida mía, Peppermint Frappé, Mamá cumple cien años, Bodas de sangre, Carmen o ¡Ay, Carmela!. 

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Saura ha sido siempre un apasionado del cine y hasta el último día se ha dedicado en cuerpo y alma a él. Además del documental que acababa de estrenar, tenía en preparación otra película sobre el músico Johann Sebastian Bach y, junto a la cantante India Martínez, trabajaba en un espectáculo teatral, creado por Natalio Grueso, titulado Lorca por Saura, que se estrenó el mes pasado en Sevilla y que llegará a Madrid la próxima semana. Precisamente una de sus últimas apariciones públicas fue la presentación en Madrid de dicho espectáculo; en él se refirió a un dibujo de su paisano Francisco de Goya, Aun aprendo, que era la inspiración de su vida.

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El séptimo arte está de luto. Carlos siempre va a ser recordado por ser el hombre que rompió en los años sesenta y setenta del siglo pasado las fronteras del cine español. Tras su paso por el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas de Madrid, Carlos Saura dirigió los cortometrajes La tarde del domingo, Cuenca El pequeño río Manzanares. Gracias a su hermano, el pintor Antonio Saura, entró en contacto con Pere Portabella y juntos revolucionaron la historia del cine español en 1959 con su primer largometraje, Los golfos en 1960. Cuenta con más de 50 producciones a sus espaldas en las que innovó como nadie y por las que ha tenido muchos reconocimientos en los festivales internacionales, de hecho gracias a los festivales, Saura pudo forjar su carrera porque apoyaron sus películas mientras que en España eran censuradas. Con el paso de los años, hizo su camino y su trayectoria hasta convertirse en un gran director.

A lo largo de su extensa y brillante carrera ha recibido un sinfín de reconocimientos nacionales e internacionales. Se alzó con el Goya a mejor dirección y mejor guion adaptado por ¡Ay, Carmela!, recibió Medalla de Oro de la Academia y el premio de la Fundación Consejo España-India de manos de la reina Letizia por su aportación a las relaciones entre España e India. También se alzó con la Biznaga de Oro del Festival de Málaga, obtuvo la Concha de Oro de Honor en el Festival de San Sebastián, el Oso de Plata en el Festival de Berlín, el premio especial del jurado en Cannes y así podríamos seguir enumerando los interminablemente éxitos de un cineasta y guionista de repercusión mundial.

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Carlos era ambicioso y sobre todo muy trabajador. Se convirtió en director de cine y de teatro, guionista, dibujante y, sobre todo y fotógrafo, de hecho, como vemos en la fotografía, era muy normal verle con una cámara colgada en el cuello. Carlos Saura nació en Huesca el 4 de enero de 1932. Tras concluir sus estudios de bachillerato, empezó a interesarse por la fotografía y posteriormente abandonó sus estudios de Ingeniería industrial para ingresar con veinte años en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas de Madrid, donde obtuvo en 1957 el diploma de Dirección Cinematográfica.

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En cuanto a su vida personal, Carlos tiene familia numerosa, con siete hijos. Estuvo casado con la directora Adela Medrano, con la que tuvo a Carlos y Antonio. Ambos han seguido los pasos profesionales de su padre, el primero al frente de una productora y el segundo como director, un oficio en el que ha colaborado habitualmente con Saura, su mejor maestro. Mantuvo una segunda relación, que duro más de una década con la actriz Geraldine Chaplin, con la que tuvo en 1974 a su tercer hijo, Shane, nieto de Charles Chaplin. En 1978 se volvió a enamorar de Mercedes Pérez, con la que se casó en 1982 y con la que tuvo tres hijos: Manuel, Adrián y Diego. Por último en el 2006 se casó con la actriz Eulalia Ramón, con la que tuvo a su hija Anna, a la que definía como "una musa". La  pequeña de la familia también se ha puesto a las órdenes de su padre en la gran pantalla.

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La Academia de Cine, a través de las redes sociales, ha lamentado su fallecimiento: "Saura, uno de los cineastas fundamentales de la historia del cine español, ha muerto hoy en su domicilio a los 91 años, rodeado de sus seres queridos. Su última película, Las paredes hablan, se estrenó el pasado viernes, muestra de su incansable actividad y de su amor por el oficio hasta el último momento. Mañana, en el Auditorio Andalucía de Sevilla, la 37 edición de los Goya conmemorará la memoria de un creador irrepetible".

Entre la multitud de mensajes de condolencias, se encuentra el de los reyes, Felipe VI y doña Letizia, que han lamentado esta triste noticia. A través de las redes sociales de la Casa Real española, han querido mandar sus condolencias con una fotografía junto al cineasta y su hija Anna, acompañada con un emotivo mensaje: "Su cine no morirá nunca. Hasta siempre, Carlos Saura".

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El lado más personal de Carlos Saura: tres décadas de amor incondicional con Eulalia Ramón y su hija Anna como musa