En una entrevista con Pedro Ruiz

Las lágrimas de María Casado en directo por su nuevo programa

La impotencia ha podido con la periodista ante los discretos datos de audiencia de 'Las tres puertas'

Por Irene Díaz

María Casado no ha podido contener las lágrimas en directo durante la emisión este miércoles de Las tres puertas. Y es que la periodista está preocupada por los discretos datos de audiencia de su programa, un nuevo formato de entrevistas en prime time que se emite desde Sant Cugat y que estrenó el pasado mes de febrero llena de ilusión. "Ojalá os guste porque al final uno lleva un proyecto y quiere que la gente lo disfrute y en eso estamos”, comentaba entonces en una entrevista exclusiva a ¡Hola! en la que la periodista desgranaba el gran vuelco que había dado su vida tras ser despedida de Televisión Española y fichada por Antonio Banderas para comenzar una nueva andadura a su lado en Málaga, donde también presentó la gala de los Premios Goya junto al actor en 2021.

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Durante su entrevista con Pedro Ruiz, la comunicadora se dejaba llevar por la emoción y en un arranque de sinceridad rompía a llorar de impotencia. Los datos de audiencia de esta nueva apuesta que ha puesto en marcha, también junto a Antonio Banderas, no son los esperados. El programa, que pretendía poner en valor la palabra y la reflexión recuperando antiguos formatos de entrevista míticos de grandes comunicadores como Mercedes Milá, Julia Otero o Jesús Quintero, no ha tenido la acogida esperada. Las tres puertas, que se estrenó con 6.4% de share ha ido perdiendo audiencia hasta situarse en un 5% un mes después de su estreno.

Fue el propio Pedro Ruiz, otro gran experto en entrevistas, quien allanó el camino de la conversación más sincera, preparando el terreno a la emoción. Lo hizo hablando de egos y soberbia, entonces María se confesaba “yo de autoestima ando regular siempre”. A sus 43 años, la periodista vive cada proyecto en el que se embarca con la misma ilusión que el primero. Poniendo todas sus esperanzas e ilusiones en ello, pero esta vez el éxito no le ha acompañado. Emocionada, María Casado rompía a llorar y reconocía estar preocupada "por su programa", los datos no son buenos y, según confesaba, el futuro del programa es ahora mismo "incierto".

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"Los números no son el alma de la vida", le apuntó rápidamente su invitado, que aprovechó para romper una lanza en favor de apuestas innovadoras y arriesgadas como la suya que no siempre funcionan. "Es mucho más difícil desintoxicar que intoxicar. Los medios ahora ofrecen más dinero por ensuciar que por limpiar. Lo cual es absolutamente imposible de tragar. Te ofrecen un montón de dinero por meterte en una isla y hacer no sé qué cosas. Pero por limpiar les parece que es más fácil. No, señores, es mucho más difícil limpiar que ensuciar. Y tiene mucho más mérito limpiar que ensuciar", indicaba Pedro Ruiz.

Las repercusiones de este nuevo y emotivo momento que nos ha regalado el prime time no se han hecho esperar. Muchos compañeros de profesión, animados entre otros por Jordi Évole o Marta Ferrer, se lanzaron a través de sus perfiles públicos a iniciar un intenso debate sobre la tiranía de las audiencia en apoyo a la periodista