Bailando y rodeado de amigos, así vivió Jaime Ostos sus últimos días en Colombia

El diestro ecijano ha muerto de un ataque cardíaco durante unas vacaciones con su esposa

Por Adrián López

La triste noticia del fallecimiento de Jaime Ostos a los 90 años de edad el pasado sábado 8 de enero ha causado una gran conmoción. El torero moría de un infarto mientras estaba de viaje de placer en Bogotá y Cartagena de Indias (Colombia), donde se encontraba con su mujer, María Ángeles Grajal, con la que llevaba unido durante casi cuatro décadas. Parece que los últimos días del diestro en el país latinoamericano, donde su cuerpo será incinerado para que después se repatrien sus cenizas a España, fueron rodeados de amigos y con aparente total normalidad, festejando y disfrutando de estos momentos de cierta tranquilidad para él. De hecho, desde Viva la vida, Terelu Campos ha enseñado una fotografía en la que Jaime posaba hace unos días con su esposa y con su amiga Ivette Uria en un evento. Pero además, en Socialité han mostrado un vídeo en el que el torero demostraba su maestría con el capote relizando varios pases, tal y como ya había contado su amigo José Ortega Cano, y otro bailando unas sevillanas con su mujer, dejando clara su gran vitalidad hasta el último momento. 

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A punto de cumplir 91 años en abril, el torero iba a volver el mismo sábado a España de sus navidades en Colombia, donde recorrió los lugares más emblemáticos de Bogotá, como la plaza de toros que tan bien conocía. "Se le ha ido apagando la pila poco a poco. Estuvo bailando, se fue a dormir y ya no se despertó", ha relatado Jacobo Ostos en Socialité, muy afectado por la pérdida de su padre. Además, el influencer ha asegurado que lo está pasando muy mal pero entiende que la vida sigue y que debe continuar con su día a día. "Algunos amigos suyos me dicen que él querría que fuese así", ha añadido en el programa de Mediaset.

Jacobo, también ha querido contar a sus seguidores que su madre se encuentra destrozada y que está haciendo todos los trámites pertinentes, ya que que por temas de protocoloco el cuerpo no puede llegar a nuestro país. "Os iré informando del funeral cuando regrese. Pese a que es una tragedia os aseguro que mi padre ha vivido fenomenal. Ha sido una gran persona, ha sido feliz y ha hecho feliz a mucha gente, entre ellos a mí a su familia", ha relatado entre lágrimas Jacobo en su perfil, pidiendo también disculpas a todos los que le han mandado mensajes y a los que no ha podido contestar. "Solo estoy hablando con mi familia", ha comentado.

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El que fuera concursante de Supervivientes en 2011 ha atendido en directo en las puertas de su casa al programa de María Patiño y ha contado que se siente como un calco a la forma de ser de su padre, a quien considera un "ser extraordinario". Pero además, ha querido reseñar la gran labor que ha hecho su madre, quien no se separó del torero en ninguno de sus peores momentos cuando pasó el coronavirus. "Se desvivía por él. Era él y luego el mundo", ha relatado sobre su progenitora, añadiendo también que ha tenido mucha suerte de poder disfrutar tantos años de su padre y en la época que ya estaba retirado.