Josep María Mainat ha afrontado este domingo una jornada decisiva que encaraba "más o menos tranquilo", según aseguraba a su llegada a los juzgados de Barcelona. Ha sido citado a declarar en calidad de testigo sobre su presunto intento de asesinato, del que su mujer Angela Dobrowolski es la principal sospechosa y con la que se ha reencontrado por primera vez desde que estallase el escándalo. El juez no ha dictaminado la entrada en prisión de Ángela como solitaba la Fiscalía, pero sí una orden de alejamiento de su marido y sus hijos, a los que no se puede acercar a menos de un kilómetro, según ha informado EFE. A su salida, el productor ha explicado a los medios que va a pedir un informe psicológico de la acusada, ya que quiere que la madre de sus hijos "esté en buen estado".
El exintegrante de La Trinca ha llegado con vaqueros, una cazadora y gafas de sol y se ha parado apenas unos segundos con los periodistas que le esperaban a la entrada. "Yo siempre espero que se sepa la verdad en todos los momentos", ha dicho antes de despedirse con prisa ya que llegaba tarde a la vista. Protegido con una mascarilla, parecía sereno, aunque el mismo ha matizado: "más o menos". Poco después, era su esposa la que hacía su llegada acompañada de su abogado. Con un vestido negro corto y cubierta por un chal blanco, se cubría la cara, al igual que su ex, con unas gafas de sol y la obligada mascarilla, pero a diferencia de Mainat ha rehusado a hacer ninguna declaración.
- Sale a la luz el contrato prematrimonial de Josep María Mainat y Angela Dobrowolski
- ¿Por qué Angela Dobrowolski ocultó su identidad y no da declaraciones? Su abogado lo explica
Primeras palabras de Mainat sobre su presunto intento de asesinato
A la salida, Josep María ha advertido de que no podía hablar de asuntos relativos al juicio, pero sí ha insistido en que él no tiene ningún interés en que su esposa entre en prisión, pero "no depende de mí", ha asegurado antes de recordar cómo comenzó todo. "Esto empezó en enero cuando decidimos separarnos. Por tanto, no es un tema de infidelidad, sino de engaño", ha explicado. Sobre el día de autos, su memoria no es muy precisa dado que el presunto intento de homicidio sucedía mientras dormía, pero por primera vez ha relatado su versión de los hechos. "Cuando me desperté estaba muy aturdido y lo último que recordaba era que ángela me estaba poniendo unas inyecciones", ha contado sin entrar en más detalles. Mainat también ha insistido en separar esta cuestión de todas las ramificaciones que ha ido adquiriendo el caso. "Espero que termine este desfile de personajes", ha dicho en referencia al ir y venir de gente en su domicilio que han copado titulares las últimas semanas, y ha pedido "pasar página de la rusa porque está distrayendo de lo fundamental".
El pasado viernes, el fundador de Gestmusic hablaba por primera vez ante las cámaras desde que se convirtiera en involuntario protagonista de tal rocambolesca y macabra historia. Reconoció a Miquel Valls, reportero de El programa de Ana Rosa que está "agobiado pero con mucha calma interior". Además, se mostró sorprendido por el cariz que ha acabado tomando el asunto. Según explicó, él pensaba que la causa sería meramente judicial o penal pero que cuando vio a todas las personas que estaban entrando en escena según avanzaban las semanas se dijo a sí mismo que había pasado a otro género.
Por su parte, Angela Dobrowolski, a la que no se le ha visto salir de los juzgados, también rompía su silencio la pasada semana. En una entrevista en En el punto de mira, calificó a Josep María, con el que tiene dos hijos menores de edad, de frío, calculador, controlador, vengativo o abusivo. También se defendió de la acusación de intento de asesinato al productor por el que está siendo investigada. En este sentido, insistía en que en el atestado hay incoherencias y que en la detención hubo errores. El juicio deberá determinar si el pasado mes de junio trató de acabar con la vida de su exmarido administrándole una dosis de insulina por la noche siendo diabético hasta provocarle un coma.
Fue a comienzos de mes cuando salió a la luz que Angela, de 37 años, había sido detenida por los Mossos d'Esquadra tras hallar indicios de que había intentado matar este verano a Josep María Mainat. Según fuentes policiales y judiciales citadas por La Vanguardia, la intención de ella era frustrar los trámites de divorcio y optar a la multimillonaria herencia del productor. Horas después de publicarse esta noticia, llegaban las inesperadas novedades. La casa de Mainat se convertía en un hervidero de actividad ya que de ella salían y entraban tanto la propia Angela -siempre camuflada- como Gabriel, un hombre con el que se la relaciona sentimentalmente, y Alina, una mujer rusa que sostiene ser la pareja de este último y que recientemente entraba en prisión por, según Miquel Valls, un delito de hurto perteneciente a 2019. Entre tanto, Pol Mainat, hijo del ex miembro de La Trinca y Rosa María Sardá, emitía un comunicado desvinculándose de los últimos acontecimientos relacionados con el domicilio de su padre y asegurando no saber nada.
