Miguel Frigenti cuenta el drama de su infancia: 'Los niños no querían jugar conmigo'

A raíz de la confesión más personal de Pablo Alborán, el colaborador ha querido contar su propia experiencia

Por Gtresonline

La confesión personal que Pablo Alborán compartió hace unos días con sus seguidores, ha abierto un amplio debate en el que Miguel Frigenti ha querido participar relatando un duro detalle de su vida. Ha sido este lunes en Sálvame, cuando el colaborador ha querido resaltar que ese tipo de mensajes son muy necesarios para acabar con el bullying y la homofobia. Frigenti, quien se ha convertido ya en un colaborador habitual en el espacio de Telecinco, ha alzado la voz y ha dado su opinión al respecto. "Yo creo que esto es algo muy personal, yo considero que esto siempre viene bien. Esto a día de hoy es una noticia. A mí me escriben muchos niños a diario, que sufren, que lo pasan mal", comenzaba.

VER GALERÍA

"Va a sonar mal, pero tú te paseas con tu novio por la Gran Vía en Madrid y está bien, pero tú te paseas por un pueblo de España, por ejemplo Cuenca y...", ha señalado sin acabar la frase evidentemente muy enfadado. Mientras que otros colaboradores como Antonio Montero o Rafa Mora intentaban quitarle hierro al asunto asegurando que hoy en día la situación ha mejorado, Miguel Frigenti hacía su confesión más dura hasta el momento: "Yo he ido de la mano con mi novio por mi pueblo y a mí me han agredido, me han pegado".

"No todo es como sale en la televisión. No todo es como en Madrid o Barcelona, la homofobia sigue muy presente", explicaba el colaborador y añadía que debido al bullying que sufría en el colegio y determinadas situaciones que le han dejado muy marcado, ha tenido que visitar a un psicólogo en reiteradas ocasiones. "Los niños no querían jugar conmigo. Me robaron mi infancia. Yo estaba en el colegio católico solo. Ningún profesor se preocupó. A mí me llamaban mariposón, mariquita", ha continuado antes de confesar que también sufrió agresiones hasta el punto en el que un día decidió no defenderse más. "Mi madre se enteró de todo esto porque a los 23 años, de repente, un día empecé a llorar. No quería hacer nada, llamé a mi madre y le dije que me quería morir. Empecé a hacer terapia. Ahora mi madre llora muchísimo cuando hablamos de esto", compartía con sus compañeros. Sin embargo, Frigenti ha asegurado que cuando empezó a emitirse el programa de Gran Hermano, esto supuso una vía de escape para él. 

VER GALERÍA

"Hay niños que hoy en día no aceptan su homosexualidad y que dicen que no, que están confundidos, esto les viene muy bien. Esto es muy positivo. Estoy harto de leer en redes sociales que si no hay día del orgullo heterosexual, que no van a ser iguales al resto mientras esto no deje de ser noticia. Detrás de esos comentarios hay mucha homofobia encubierta". Con estas palabras, Miguel Frigenti ha querido apuntar que es necesario que este tipo de mensajes se sigan haciendo públicos y virales ya que, según él, es la única forma de combatir la homofobia. Además, la actitud del tertuliano no ha pasado desapercibida y cientos de mensajes de apoyo inundaron las redes sociales alabando sus palabras.