María Patiño y Chelo García-Cortés, la cara y la cruz en 'La última cena'

Las emociones y las lágrimas han vuelto a regar los fogones del plató

Por Gtresonline

El turno de los fogones de Sálvame con La última cena ha sido para María Patiño y a Chelo García-Cortés. Las dos colaboradoras demostraban nada más conocer que les tocaba que no tenían prácticamente ni idea de cocina. El plato estrella de María es el brócoli hervido, mientras que Chelo se definía como nefasta en la cocina. Con ese panorama, el dúo debía cocinar pasta fresca casera de primer plato y pulpo a feira como principal. Sus cualidades culinarias han dejado imágenes como la de la gallega golpeando las patas del pulpo con un mazo... Para asombro del jurado profesional, formado de nuevo por Begoña Rodrigo y Sergi Arola. Nada más empezar la sesión la pareja ha mostrado serias dudas a la hora de hacer la pasta fresca. Esta se acabó por servir casi sin cocer, excesivamente dura, con demasiada albahaca y sin ningún tipo de interés para sus compañeros más allá de una alta dosis de parmesano.

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El nombre del plato ha sido Pasta fresca al 'Ya voy, ya voy', ya que encima ha salido con retraso. Begoña Rodrigo ha estado especialmente decepcionada con Chelo, quien nada más comenzar la jornada de trabajo se ha hundido, llorando sin parar al creer que su plato "no es comestible". El propio Jorge Javier Vázquez definía el plato como algo "muy duro" sin ningún tipo de sabor más allá del parmesano. Otros comensales, como Lydia Lozano o Antonio Montero, han opinado que no era un plato tan horrible. La que mejor ha quedado ha sido María Patiño, ya que el jurado ha valorado muy positivamente sus cualidades y sobre todo sus esfuerzos.

Como viene siendo habitual en este nuevo programa salido de Sálvame, Belén Esteban está siendo la que más apuros está pasando para poder comer. La colaboradora sigue confinada en su casa y todavía no ha regresado al plató de su programa. Por ello, un rider se encarga de llevarle cada plato a su casa con el lógico retraso respecto al resto de sus compañeros. Al ver la escasa cantidad de pasta que le han servido en el menú se ha quedado bastante impactada. "¿Esto es todo?", preguntaba extrañada, mientras Jorge Javier le preguntaba por el gusto. Al igual que ha sucedido con el resto de los intentos, no se ha podido terminar el plato debido a que la pasta estaba demasiada dura. Incluso llegó a levantarse para ir al baño un segundo a escupir una de las mordidas. Lo peor de la noche para Belén es que se ha dejado el micrófono abierto mientras le pedía a una persona de su confianza un montado de calamares porque iba a "quedarse con hambre". 

El pulpo de María Patiño con sorpresa familiar incluida

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María Patiño ha sacado fuerza de sus orígenes al descubrir que tenía que cocinar pulpo a feira, solo que con la reinterpretación de puré de patatas en vez de cachelos. Sergi Arola ha asegurado que estaba correcto, a pesar de sus fallos, insistiendo en que se ha comido muchos peores en su vida. Pero la alegría de la periodista no iba a ser solo por el éxito de su plato, ya que su propio hermano, Antonio, que la ha aconsejado en los días previos ha entrado para apoyarla. "Lo has hecho bien, lo que pasa es que es muy complicado, muy difícil. Hay que mazarlo, lo has hecho regular, el pulpo tiene su película, es como la pasta aldente, ni blando ni duro", comenzaba valorando. "Los grandes pulpeiros, como tu padre... Pero no es sencillo, has tenido mucho valor", sentenciaba.

"María es cómo es, tú la conoces tanto como yo. No tiene tanta diferencia, es durilla, es como la veis. Tantos años delante de las cámaras no se puede mentir", ha dicho sobre la faceta más desconocida de la periodista. Visiblemente emocionada, María Patiño le ha dedicado unas tiernas palabras: "Él es mi hermano mayor, es el que me equilibra cuando me desequilibra. Siento devoción por ellos". "Sí hay veces que no nos entendemos, es normal, eso es un par de cenas y se arregla. Nos han llegado a echar de un restaurante", reflexionaba, antes de que su hermana le dedicará otro halago: "Muchas gracias por dejarme presumir de mi familia". 

Noche de sorpresas y hasta de cumpleaños

El postre de la noche ha sido un torrija que ha acabado por ser una reinterpretación del clásico, que ha dejado bastante que desear entre los comensales. La jornada ha sido más que completa, contando con la invitación sorpresa de Kiko Jiménez. El joven se ha mostrado combativo como siempre, la misma noche en la que cumplía los 28 años. María Patiño le ha preparado un postre con velas que ha dejado sin palabras al novio de Sofía Suescun, ya que no se lo esperaba. Quien peor lo ha pasado ha sido Chelo. Su noche se ha llegado a endulzar cuando ha recibido una sorpresa más, la de su exmarido, José Manuel Parada. El colaborador de televisión ha comentado con gracia que, efectivamente, no se le da bien la cocina, pero que está encantado de verla siempre. Ambos han demostrado el gran cariño que se tienen mutuamente. 

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Merecido o no, la pareja de María Patiño y Chelo García-Cortés se ha llevado algunas de las máximas puntuaciones del concurso. Kiko Matamoros, que no pudo probar el primer plato ya que no es capaz de comer parmesano, ha decidido concederles un 10. Sin embargo, el resto de puntaciones, como la del jurado, han situado el trabajo del dúo en el tercer puesto de la tabla, aunque el voto del público lo podrá cambiar todo en la gala final.