María del Prado, la princesa que regala sesiones de 'mindfulness' en tiempos del coronavirus

La mujer de Pablo de Hohenlohe ofrece una hora de meditación gratuita cada día. Hace diez años, a ella le cambió la vida (y la cabeza)

Por MARTÍN BIANCHI

Los médicos aconsejan cuidar la salud mental en tiempos del coronavirus. El bombardeo informativo sobre la pandemia puede provocar estrés, particularmente en quienes ya sufren ansiedad o trastorno obsesivo-compulsivo. La aristócrata María del Prado, hija de los marqueses de Caicedo y mujer del príncipe Pablo de Hohenlohe, sabe mejor que nadie lo importante que es atender a la mente en momentos de angustia y tribulaciones

Hace una década, a María le diagnosticaron un cáncer de mama. Entonces, su vida dio un giro de 180 grados. Cambió su alimentación y su rutina de ejercicio, comenzó a practicar yoga y meditación, y empezó a estudiar los secretos del mindfulness. Ya curada de la enfermedad, renunció a su trabajo en la firma de lujo Chloé y comenzó a trabajar como terapeuta y facilitadora en desarrollo transpersonal y consultora en mindfulness, el método creado por Jon Kabat-Zinn para mitigar el estrés. 

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Desde entonces organiza talleres, clases, "cuarentenas de lectura", ejercicios a distancia y consultorías a empresas. A veces ofrece sus servicios en lugares idílicos, como los jardines de Alcuzcuz, la casa del ya fallecido decorador Jaime Parladé, o en el Pazo de Oca, la histórica y señorial propiedad que posee la familia de su marido -los Medinaceli- en Galicia.

Ahora que el mundo está en pausa y que muchos sufren episodios de ansiedad a causa de las noticias y el confinamiento, María ha decidido ofrecer su ayuda de manera "telemática"…. Y altruista. De lunes a viernes, a las nueve y media de la mañana, brinda sesiones de meditación totalmente gratuitas a través de su perfil de Instagram (@mariadpm). 

La meditación le salvó la vida a María en un momento de trauma y dolor. Y le enseñó que detrás de las tragedias y contratiempos a los que nos enfrentamos a diario se esconden oportunidades para salir más fortalecidos. "Yo juzgué mi enfermedad como algo malísimo y al final ha sido una bendición para mí. Me ha puesto en el camino de algo que me gusta y es mi vocación. Me trae mucha paz a mi vida, que es lo que me hacía falta", explicaba en 2017.

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Según María, la mente es un músculo y se puede entrenar. "Mindfulness es vivir el momento presente con ojos de principiante, estar atento en cada momento a lo que estamos haciendo. Siempre estamos pensando en el pasado o en el futuro, pero no vivimos el presente", dice.

La boda de Del Prado con el príncipe Pablo de Hohenlohe, nieto de la legendaria duquesa de Medinaceli, fue el acontecimiento social del año en 2002. El rey Felipe, entonces Príncipe de Asturias, ejerció como testigo en un enlace al que asistieron Alicia Koplowitz, Isabel Sartorius, Eugenia Martínez de Irujo o Ana Gamazo de Abelló, entre muchas otras damas de la sociedad. 

Pero los talleres y retiros que organiza esta aristócrata no son solo para mujeres ricas. "Nos gastamos mucho dinero en la peluquería, en el gimnasio y en ropa, y al final gastamos menos en lo importante, que es el interior. La meditación es para todos", decía en 2017. Ahora, y mientras dure la cuarentena, sus sesiones de mindfulness son gratuitas.