visita de estado

Nechama Rivlin, la fortaleza de una Primera Dama enferma desde hace diez años

Doña Letizia ha recibido con cariño a la esposa del Presidente de Israel, una mujer de 72 años con una brillante carrera profesional y todo un ejemplo de superación y compromiso

Por hola.com

Este lunes el Palacio Real de Madrid se ha engalanado para recibir al Presidente del Estado de Israel y a su mujer, Nechama Rivlin, a los que don Felipe y doña Letizia les han brindado un recibimiento con todos los honores. Quizá esta ha sido la primera vez que muchos se han fijado en  la Primera Dama israelí, una mujer de 72 años con una brillante carrera a sus espaldas y todo un ejemplo de superación.

Igual que hizo con Melania Trump el pasado mayo durante la visita del Presidente Estadounidense a Israel, Nechama Rivlin se valió del brazo de doña Letizia para caminar, saludar a las autoridades y también para subir los tres peldaños que habitualmente se instalan en el Plaza de la Armería para que los Reyes y los mandatarios invitados. Doña Letizia, muy pendiente y cariñosa, no ha dudado en servir de bastón a la señora Rivlin, cuya aparente fragilidad envuelve a una mujer llena de energía y compromiso.

Los Reyes reciben al Presidente de Israel y a la Primera Dama

Hija de inmigrantes ucranianos, Nechama nació en 1945 en Herut, un moshav del distrito centro de Israel. Tras eludir el servicio militar –obligatorio para hombres y mujeres al cumplir los 18 años- por motivos de salud, la ahora Primera Dama comenzó sus estudios de Biología en la Universidad Hebrea de Jerusalén, en la que se graduó como experta en Botánica y Zoología. En 1967 comenzó a trabajar como profesora en la misma universidad que había estudiado, en donde durante su carrera también ha formado parte de los departamentos de Ecología y Genética.

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Fue en 1971 cuando se casó Reuven Rivlin –que ya había tenido un primer matrimonio y un hijo-, con el que tuvo tres hijos y ahora, en total, suman nueve nietos. Al convertirse en madre, Nechama comenzó a trabajar a media jornada y cuando los niños habían crecido regresó a la universidad y lo hizo también como alumna, ya se licenció en Historia del Arte, su otra pasión junto a la Biología. 

Fue poco antes de jubilarse, en 2007, cuando se le diagnosticó una enfermedad grave y crónica: fibrosis pulmonar. Desde entonces ha recibido varios tratamientos y se va adaptando a estas delicadas circunstancias según su estado de salud. Acompañada por una máquina de oxigeno que le ayuda a respirar, sobre todo cuando se encuentra al aire libre, la Primera Dama no ha dejado que esto la frene y ha sumado entre sus acciones la de velar por un aire limpio. En un país en el que pocas celebridades hablan en público sobre las enfermedades relacionadas con el tabaquismo, Nechama Rivlin dio un paso adelante y, como exfumadora, dio a conocer su enfermedad.

“Mi enfermedad no es causada por el tabaquismo, pero según los expertos puede agravarla”, declaró durante unas conferencias en el Centro Médico Shaare Zedek de Jerusalén, en donde –según recoge The Jerusalem Post- la Primera Dama no pudo subir las escaleras para llegar al escenario e intervino desde el suelo del auditorio. “No nacemos con un cigarro en la boca, es un hábito que puede cambiarse y tenemos la obligación de educar a nuestros hijos para que no fumen”, afirmó sumándose a la campaña antitabaco.

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Este caballo de batalla, que no le impide estar al lado de su marido en citas internacionales, es solo uno más de los que llena su agenda. La señora Rivlin, debido a su trayectoria profesional, se ha centrado especialmente en las actividades relacionadas con el medio ambiente, la naturaleza y el arte, así como en la atención a niños con necesidades especiales. Entre sus proyectos como Primera Dama se encuentra un jardín comunitario –dentro del propio terreno de la residencia oficial- para que los niños puedan sembrar semillas, plantas y flores. Además han impulsado un nuevo sistema de reciclaje.