Keith Urban : 'Pensé que mi rehabilitación destruiría mi matrimonio con Nicole'

Por hola.com

Han pasado cuatro años desde que Keith Urban ingresara en un centro de rehabilitación, una etapa que difícilmente podrá olvidar, aunque ahora la recuerda con una sonrisa en su rostro. Nicole Kidman y Keith Urban se casaron en junio de 2006. A penas cuatro meses después de su boda el cantante ingresaba en un centro para recuperarse de sus adicciones. “Pensaba que mi rehabilitación destruiría mi matrimonio”, confiesa Keith durante la entrevista que concedió el matrimonio Urban a Oprah Winfrey. Era la tercera vez que ingresaba en un centro de estas características, pero Nicole fue su mejor medicina. “El amor fue lo que verdaderamente me hizo recuperarme”, admitió.

"Nadie podrá amarte tanto como yo”, le dijo Keith a Nicole delante de las cámaras durante el programa en el que se mostraron imágenes del músico en sus años de infancia y con la guitarra en la mano. “Ahora miro hacia atrás y me doy cuenta de que Nic me ha enseñado mucho, ha aportado mucho a mi vida y me ha abierto los ojos de muchas maneras", añadió en su declaración de amor. Por su parte, Kidman admitió que se conocieron en el momento idóneo: "Nos unimos en un momento de nuestras vidas en el que estábamos preparados para ello". Después de cuatro años de unión, la actriz  señaló que "el matrimonio es una cosa del día a día. Tratas de hacerlo lo mejor posible y cuando las cosas se ponen difíciles, es cuando hay que sentarse y decir ‘vamos a hablar”, asegura Nicole que se ha alejado de Hollywood para irse a vivir junto a su familia a Nashville “A algunas personas les gusta un estilo de vida más glamouroso, nosotros preferimos llevar una vida más tranquila y tener vida privada”.


En cuanto a su hija Sunday Rose, la popular pareja adora llamarla por sus dos nombres, aunque a veces se refieren a ella como Sunny. Madre e hija comparten muchos momentos juntas, como irse de compras o incluso tomar café. “Yo me tomo un capuccino y ella piensa que es un capuccino pero sólo es la espuma. A veces me da vergüenza porque ella dice “Un capuccino”, y yo tengo decir: ‘No, no ella no toma café’”