Los familiares de Natasha Richardson aseguran estar "devastados". La actriz, de 45 años, fallecía la pasada madrugada en un hospital de Nueva York, tras permacecer tres días en muerte cerebral y conectada a una máquina que mantenía sus constantes vitales.
Su marido, Liam Neeson, y sus dos hijos Michael, de 13 años, y Daniel, de 12, que se encontraban junto a ella el día del accidente, se han unido en el dolor de una muerte prematura.
Natasha sufrió una caida a principios de semana mientras tomaba clases de esquí en el complejo canadiense de Mont Tremblant. En un primer momento, la actriz se levantó por su propio pie y parecía no sufrir ninguna lesión de consideración. Sin embargo, al cabo de unas horas comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza y tuvo que ser atendida por personal sanitario.
La esposa de Liam Neeson fue trasladadaa a un hospital de Montreal, donde los médicos emitieron un serio y grave diagnóstico. Tras permanecer varias horas en cuidados intensivos fue trasladada a un centro hospitario de Nueva York en un intento por salvar su vida.
Liam Neeson, abatido en Nueva York
Finalmente, nada se pudo hacer y los facultativos anunciaron que Natasha Richardson se encontraba en muerte cerebral aunque su corazón seguía latiendo. Algunos familiares de la actriz reconocían, apesadumbrados, ayer: "No hay ninguna oportunidad para ella". Ante esta terrible situación, fueron a despedirse y dieron el consentimiento a los doctores para que la desconectaran de la máquina que la mantenía con vida. Así, Natasha fallecía la pasada madrugada.
Un portavoz de la familia afirmaba tras el triste desenlace: "Liam Neeson, sus hijos y su familia están conmocionados y devastados por la trágica muerte de su querida Natasha. Están profundamente agradecidos por el apoyo, el amor, y las oraciones de todo el mundo y piden privacidad durante esta difícil etapa."
Uno de los momentos más emotivos de la noche se produjo cuando Liam Neeson abandonaba el hospital de Manhattan, tras fallecer su esposa. Con el rostro desencajado por el dolor, el intérprete de La lista de Schindler llegaba a su residencia de Nueva York tras dar el último adiós a la mujer de su vida.