El mango es una fruta tropical, dulce y refrescante que nos da mucho juego en la cocina, especialmente en la repostería. De alto contenido en fibra, previene el estreñimiento, reduce el colesterol en la sangre y nos ayuda a controlar los niveles de glucemia. Nos vamos a permitir una pequeña licencia en este postre que es añadirle un chorrito de ginebra, una vez que vayamos a servir el granizado.
- 1 kilogramo de Mango
- 150 g de Azúcar blanca
- 0.5 litro de Agua
- 1 unidad de Limón
- 1 chorrito de Ginebra
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1.
Pela el mango y trocéalo.
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2.
Tritura la pulpa de mango con el agua fría, el zumo de limón y el azúcar y cuela para evitar algún resto de fibra.
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3.
Vuelca la mezcla en un recipiente de plástico y mete al congelador durante 3-4 horas.
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4.
Saca del congelador y para servirlo, ráspalo.
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5.
Echa en unas copas y añade un chorrito de ginebra.
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6.
Decora como más te guste: con la propia fruta, rodajas de limón, alguna hierba, etc.
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