El mejillón es un producto que tiene mucho sabor, es barato y muy nutritivo. Por eso, no dudes en convertirlo en un aliado de tu cocina e incorpóralo a numerosas recetas. Su versatilidad es tal que nos permite no aburrirnos y hacerlos de mil maneras distintas. Esta vez, los vamos a cocinar al vino blanco, con tomate frito y un toque picante de cayena.
- 800 g de Mejillones
- 1 ud de Cebolla pequeña
- 1 ud de Dientes de ajo
- 2 ud de Pimienta cayenas
- 1 cs de Tomate frito o concentrado de tomate
- 0.5 vasos de Vino blanco
- 0.5 vasos de Agua
- Sal
- Aceite de oliva
- Hierbas aromáticas
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1.
Lava y limpia los mejillones. Reserva.
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2.
Lava y pica (por separado) la cebolla y el ajo en juliana.
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3.
Rehoga la cebolla en una cucharada sopera de aceite en el fondo de una cacerola y cuando esté tierna, añade el ajo troceado y las cayenas, sube el fuego y dora unos minutos con cuidado de que no se queme.
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4.
Añade el tomate y un puñadito de sal, remueve y vuelca los mejillones en la cazuela junto con el vino blanco y el agua.
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5.
Tapa y cocina al vapor hasta que se abran.
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6.
Sirve y decora con alguna hierba aromática.
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