La samosa es una empanadilla típica de la cocina del sur de Asia a cuyo relleno, en este caso, le vamos a dar un toque griego por el uso de las espinacas y el queso feta. Su masa es muy similar a la pasta filo que como ya se encuentra muy fácilmente en el mercado, es la que vamos a usar para esta receta. ¡Manos a la obra!
- 2 hojas de Pasta filo
- 100 g de Espinacas
- 100 g de Queso feta
- 4 ud de Higos
- 75 g de Almendra picada en grano grueso
- 80 g de Mantequilla
- 12 rama de Romero
- 2 cs de Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta negra
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1.
Derretimos la mantequilla al baño María.
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2.
Lavamos, secamos y picamos las espinacas.
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3.
Desmenuzamos el queso feta.
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4.
Pelamos los higos y echamos la pulpa en una ensaladera con las espinacas picadas, el queso feta desmenuzado, las almendras picadas y una pizca de sal y de pimienta recién molida.
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5.
Añadimos el aceite de oliva virgen extra y mezclamos todo bien hasta conseguir un compuesto lo más homogéneo posible.
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6.
Precalentamos el horno a 180ºC.
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7.
Cortamos las hojas de pasta filo en 12 rectángulos de 30 x 8 cm.
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8.
Los colocamos sobre la mesa de trabajo, los untamos con la mitad de la mantequilla derretida y ponemos 1 cucharada del preparado a 1 cm de los bordes en uno de los dos lados más pequeños de cada rectángulo.
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9.
Colocamos una ramita de romero dejando que sobresalga y doblamos la pasta filo sobre sí misma varias veces en forma de triángulo englobando el relleno.
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10.
Untamos los triángulos rellenos con el resto de mantequilla derretida y los colocamos en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado.
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11.
Los horneamos a 180ºC entre 12 y 15 minutos, hasta que comiencen a dorarse los bordes.
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1.
Disponemos en una fuente las samosas y servimos.
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2.
Si se van a meter en un táper para llevarlas, hay que tener la precaución de dejarlas enfriarse del todo para que no pierdan la textura crujiente.
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