Laura de las mil caras: camaleónica, enigmática… una diosa de la pasarela. Por sus infinitas máscaras y por sus ojos -unos enormes y preciosos ojos de gata-, Laura Ponte se ha convertido en una de las modelos más importantes del mundo.
A pesar de tanto éxito sigue siendo la misma de siempre: familiar, sencilla, tímida y soñadora. Detesta la cara frívola de la moda y elude, cuando puede, el círculo social de su trabajo. "No quiero verme atrapada en la vanidad, soy feliz siendo Laura Ponte y no necesito halagos".
Y es que Laura nunca quiso ser modelo. Cuando acabó el colegio se trasladó a Londres para estudiar Ciencias Políticas. Sólo que… el destino se interpuso en sus planes. En una recepción a la que Laura asistió con su madre, un fotógrafo se enamoró perdidamente de su rostro. Poco después, a los 19 años, Laura participó en el concurso de la agencia Elite, Look of the Year. Y ganó. Aquel fue tan sólo el primero de los muchos triunfos profesionales que vendrían después. Aunque los comienzos no resultaron del todo fáciles, Laura supo introducirse en el pantanoso terreno de la moda y destacar. Ha trabajado para los mejores diseñadores del mundo como [Valentino], [Ralph Lauren], [Hugo Boss] o [Christian Lacroix]; así como para los fotógrafos más prestigiosos: Steven Meisel, Richard Avedon o Mario Testino, con quien hizo la campaña de [Trusardi] Jeans.
Todo un hito para una española. Laura, la modelo de los ojos de gata, ha roto moldes en muchos sentidos. No es rubia, ni exuberante, tampoco demasiado alta (1,77 metros). Su imagen fulmina definitivamente el look Barbie. No obstante, su mirada perdida, su moderna elegancia y unas medidas de ensueño (87-60-89) han sido razones más que suficientes para entusiasmar a los responsables de la moda de todo el mundo. Conquistar, sin embargo, a los diseñadores y fotógrafos nacionales ha resultado mucho más difícil. "Mis rasgos son duros, no tengo una cara fácil, digamos que no es o era comercial y en España se arriesgan menos", justifica Laura. A pesar de todo, a la modelo -gallega de nacimiento y asturiana de adopción- le encanta trabajar en España. "Qué mejor que trabajar en tu país". Tal es el orgullo que siente por sus raíces. Laura -embajadora de la moda gallega- habla, y no para, de los diseñadores de su tierra. "Es gente que ha salido de la nada y ha construido una gran empresa. No venden su propia imagen sino un producto de calidad".
Hoy, a pesar de su juventud y de su prometedora carrera como modelo, Laura Ponte (Vigo, 9 de junio de 1973) ha decidido alejarse de la pasarela, aunque no de la moda. "Mi cara ya no da más de sí. No hay más Lauras".