Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, ‘sí, quiero’ en la exclusiva Gstaad
Nos perdemos en este paraíso de 'royals' y 'celebrities' de todo el mundo, la estación suiza elegida por los novios para su boda religiosa, meses después de la ceremonia civil celebrada en el palacio de Mónaco.
Más de 250 kilómetros de pistas de esquí, chalets de aire alpino, pequeñas calles peatonales, emblemáticos hoteles, las tiendas más caras y exclusivas y todo ello con los impresionantes Alpes suizos como marco. Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo no han elegido mal lugar para darse el sí, quiero por segunda vez. Y es que Gstaad no solo es uno de los lugares más exclusivos del mundo, punto de reunión de la realeza, de famosos internacionales y de las carteras más adineradas del continente, también es el lugar donde la novia ha vivido durante 15 años, donde estudió interna en el colegio Rosey –el mismo en el que lo hicieron Rainiero de Mónaco o el Aga Khan- y donde ha pasado algunos de los momentos más felices de su vida.
La ceremonia religiosa tendrá lugar en la coqueta iglesia de Rougemont, del siglo XI, donde Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo sellarán su compromiso el 1 de febrero ante el retablo de San Nicolás. Pero durante los tres días que durarán los festejos nupciales, los lugares más exclusivos de Gstaad serán punto de encuentro de los 300 distinguidos invitados, entre los que no faltarán grandes amigos del joven matrimonio y vips, como Tatiana de Grecia o el diseñador Karl Lagerfeld.
Para conocer el lugar elegido por los novios para una foundeau party con sus amigos la noche previa a la boda hay que subir en telecabina a la montaña Wasserngrat, porque es aquí donde se encuentra el refugio The Eagle Ski Club (eagleskiclub.ch). El local más de moda en Gstaad fue fundado en los 50 por algunas de las familias aristocráticas europeas más ricas y hoy acoge el restaurante más exclusivo de Europa y uno de los más caros del mundo. A The Eagle Ski Club solo se puede acceder por invitación personal, o siendo miembro, tras haber sido previamente recomendado, y pagar la escandalosa cifra que cuesta formar parte de este elitista club. Eso sí, cuando se consigue acceder lo más probable es que uno coincida con cuatro o cinco cabezas coronadas. Tras la cena, a los asistentes se les ofrece la posibilidad de descender hasta el pueblo esquiando con antorchas o bien hacerlo en telecabina.
El epicentro de la vida social de esta estación suiza es el Gstaad Palace (palace.ch), el más emblemático de los hoteles de Gstaad, el mismo en el que tendrá lugar el convite nupcial y el brunch con el que al día siguiente se pondrá el broche final a la boda. Siempre lleno de vips hasta la bandera, el hotel es un icono de la localidad. Por él ha pasado el firmamento de Hollywood al completo y todas las casas reales europeas. Junto a él, los otros grandes hoteles también van a acoger a los invitados, como Bellevue (bellevue-gstaad.ch) y, sobre todo, The Alpina (thealpinagstaad.ch), en cuya suite Panorama se alojan los contrayentes (unos 17.000 euros la noche) y cuyo exclusivo spa Six Senses y su demandado restaurante japonés Megu se han convertido en parada obligatoria de toda socialité que visita Gstaad.
Hoy Gstaad es glamour, mucho glamour, pero también es deporte. De hecho, dispone de una gran variedad de deportes de invierno, de más de 250 kilómetros de pistas de esquí y del único glaciar esquiable del Oberland bernés, el Glaciar 3000. Gstaad es también una de las tres mejores zonas de esquí de fondo de Suiza y está considerado un auténtico paraíso para los amantes del freeride y del trineo. Unos de ellos son Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo que tras la ceremonia y el repique de campanas, han decidido pasear en un típico trineo tirado por caballos.
Pero si hay un ‘deporte’ que se practica en Gstaad casi tanto como el esquí, ese es el après ski. Por ello, pasearse por sus preciosas calles peatonales es casi obligatorio entre la gente guapa que visita Gstaad, y bastará con sentarse en la terraza del bistro bar Rialto (rialto-gstaad.ch), en la exclusiva avenida Promenade, para ver a las celebrities tomando champagne después de una larga jornada en las pistas. En la misma avenida se encuentra el shopping más exclusivo: Cartier, Chopard, Rolex, Chanel, Hermés, Moncler o Louis Vuitton. Pero para desconectar nada mejor que reservar cita en alguno de los espectaculares spas de los más lujosos hoteles.
Además del shopping y el relax, también hay que tener tiempo para dejarse ver en alguno de los exclusivos restaurantes que pueblan este diminuto pueblo suizo, como el concurrido bar La Cave del hotel boutique Olden (hotelolden.com), tan del gusto del diseñador Valentino; el Le Bar du Grill en el Gstaad Palace un autentico hot spot en el que degustar deliciosos quesos suizos acompañado de excelentes vinos; o Chesery (chesery.ch), uno de los restaurantes favoritos de la gente joven de Gstaad ubicado en una antigua quesería y con el queso como protagonista de su cocina francesa.
Por la noche, hay que dejarse ver en GreenGo (greengo.ch), la discoteca del Gstaad Palace, donde acude el mismísimo príncipe Harry de Inglaterra, o el Yatch Club (gstaadyachtclub.com), que también tiene fama de acoger algunas de las fiestas más sonadas.
Pero no es solo esto lo que ha dotado de ese aire de exclusividad y charme a este lugar; a diferencia de otras estaciones de esquí como Chamonix, St. Moritz o Aspen, aquí lo que se busca y se consigue es tranquilidad, y discreción ante todo. Gstaad es un lugar idílico para ello, una postal en pleno corazón de los Alpes en el que Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo van a ver cumplido su sueño.
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