Los maestros holandeses, en el Museo del Prado
La gran pinacoteca reúne por primera vez las obras más representativas de esta colección de pintura del siglo XVII que posee.
La colección es prácticamente desconocida, ya que desde los años cuarenta del pasado siglo apenas está representada en las salas de la pinacoteca. La muestra se organiza con motivo de la presentación del primer catálogo razonado de este conjunto y coincidiendo con la llegada de una nueva obra invitada, La compañía del capitán Reijnier Reael y el teniente Cornelis Michielsz Blaeuw, de Franz Hals y Pieter Codde, procedente del Rijksmuseum de Ámsterdam, que permanecerá expuesta en el Museo hasta el 28 de febrero.
Franz Hals, es considerado uno de los grandes maestros del retrato. Su obra se puede emparentar con la pintura de Velázquez, por la preocupación de ambos de intentar plasmar los sentimientos y las actitudes de los personajes en los retratos. Realizada en 1633, esta pintura de milicianos de Halz es una de las obras maestras de la pintura holandesa y se exhibe en Madrid aprovechando las obras que se realizan en el Rijksmuseum de Ámsterdam, que volverá a abrir sus puertas en 2013.
Una de las joyas de esta muestra, abierta hasta el próximo 11 de abril de 2010, es Judith en el banquete de Holofernes, la única pintura de Rembrandt que se conserva en España. A la que se suman otras claves como los paisajes que Felipe IV encargó a Both (La salida al campo) y Swanevelt para el Palacio del Buen Retiro y las escenas militares de Wouwerman.
La exposición se ha organizado en torno a tres secciones: cuadros holandeses procedentes de las colecciones de Felipe IV y de Carlos II, entre los que destaca Judit presentado la cabeza de Holofernes, de Salomón de Bray, que también es portada del catálogo; cuadros holandeses de la colección de los Borbones, que abarca todos los géneros propios de la escuela: marinas, paisaje invernal, escenas de género, bodegones, cacerías, batallas y pinturas de historia (aquí se incluye el cuadro de Rembrandt, Judit en el banquete de Holofernes (antes conocido como Artemisa), y nuevas adquisiciones: legados, donaciones, daciones y compras.
Muchas de las obras expuestas han sido restauradas con motivo de la elaboración del catálogo y gracias a estas restauraciones ahora se pueden apreciar las sutiles gradaciones cromáticas, los bellos efectos lumínicos o la precisión del dibujo de buen número de obras, cuyo estado de conservación impedía su justa apreciación.
Más información
Museo del Prado
Horario: hasta el 11 de abril de 2010.
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