Miles de anécdotas, historias y leyendas urbanas, ciertas o no, han ilustrado e ilustrarán la vida militar. La última apunta al príncipe Harry como protagonista. El segundo hijo del [Príncipe de Gales], según cuenta el diario sensacionalista The Sun, se vio obligado a bajarse los pantalones en el campo de instrucción de la Academia Militar de Sandhurst para enseñar sus posaderas a sus compañeros y así demostrar que no tenía tatuado el nombre de su novia, Chelsy Davy.
Terminó riendo con los demás Todo ocurrió, al parecer, cuando el sargento-jefe le ordenó: "¡Cadete Gales, bájese el pantalón y muéstrenos el trasero para ver si es verdad!". El príncipe Enrique que no estaba al tanto del rumor le contestó: "¿En serio?". "Bájeselos, quiero ver si es cierto" recibió por respuesta. Dicho y hecho. Acto seguido el Príncipe se bajó los pantalones hasta las rodillas, ante la atenta y socarrona mirada del sargento que zanjó la cuestión con un "vale, vale. Está bien".
Un miembro del pelotón explicó al rotativo inglés que todo el mundo estaba al tanto del rumor, pero que nadie se había atrevido a preguntarle si era cierto. El mismo testigo aseguró que el Príncipe se avergonzó al principio, pero que terminó riendo con los demás.
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