El escándalo sexual al que se enfrenta el príncipe Carlos

Por hola.com
Reacciones de la Familia Real
El Heredero de la corona inglesa, que regresó ayer al Reino Unido después de un viaje oficial de cuatro días por Oriente Próximo, mostró a su llegada una actitud relajada y tranquila como si no le afectaron las difamaciones. Una reacción que chocaba frontalmente con el nerviosismo de otros miembros de la [Familia Real inglesa]. Como es el caso de su primogénito, el príncipe Guillermo, que considera todo este asunto un complot para impedir que su padre herede la corona. Por su lado, la reina Isabel, que presidió ayer la solemne ceremonia de homenaje a los soldados británicos muertos en combate, le ha dado todo su apoyo.

No obstante, el Príncipe de Gales no está por la labor de dejar las cosas a la deriva y pidió ayer al gabinete de abogados Harbottle & Lewis que estudien la posibilidad de emprender acciones legales contra su ex lacayo George Smith. Asimismo, también estudia la posibilidad de aparecer en televisión para defenderse y zanjar definitivamente la creciente avalancha de informaciones, desde los más diversos enfoques, sobre el particular "incidente".

Cronológía de los hechos
  • Noviembre de 2002
    La primera acusación sobre el incidente aparece en la prensa tras el fallido juicio contra el ex mayordomo de Diana, Paul Burrell. George Smith declara que grabó dos conversaciones con la princesa Diana en las que aludía al indecoroso asunto que presenció entre un miembro de la Familia Real y su sirviente.

  • Noviembre de 2003
    El ex asistente del príncipe Carlos, Michael Fawcett, acudió a los tribunales para impedir que The Mail publicara la historia de George Smith. Días después, evitó que The Guardian publicara su nombre. Decisión que más tarde fue derogada.

    En un intento desesperado por retener los rumores, el príncipe Carlos afirma ser el misterioso miembro real al que se refiere George Smith, pero niega la veracidad de los hechos.

    Las cintas de Diana
    Por otro lado, se disputa una batalla legal sobre la propiedad de una veintena de cintas de video que contienen entrevistas con la Princesa de Gales, en las que cuenta sus frustraciones y tristezas durante sus años de matrimonio con el príncipe Carlos y en las que, además, podría hacerse referencia a este particular incidente sexual.

    Las cintas están en posesión de Scotland Yard, que las encontró en un registro en casa del antiguo mayordomo de Diana, Paul Burrell, acusado de robo de objetos propiedad de Diana, y su contenido es un secreto muy bien guardado. Son pura dinamita. En ellas la princesa Diana abrió su corazón, contando sus sentimientos más íntimos de soledad y aislamiento dentro de la Familia Real.

    El problema legal versa sobre la propiedad de las cintas. Por un lado Peter Settelen, antiguo logopeda de Diana opina que son suyas, ya que se grabaron en el contexto profesional de las clases de dicción en público que le estaba impartiendo. Por otro lado, la familia de Diana afirma que le pertenecen y tiene la intención de destruirlas si llegan a su poder.