La madre de la princesa Diana padece una enfermedad incurable que le produce problemas para articular las palabras (consume sus músculos y afecta a su habla). Una dolencia que, por sus, secuelas, dice la ha convertido en los últimos tiempos en objeto de injustas acusaciones de embriaguez...
Acusaciones falsas aunque haya admitido en el libro Frances: The Remarkable Story of Princess Diana’s Mother haber consumido alcohol en momentos difíciles de su vida.
Una biografía en la que, además de hablar de su salud, aparecen infinidad de páginas dedicadas a su hija la princesa Diana y a la [Familia Real inglesa].
Sin condolencias de la Reina De hecho, en uno de los capítulos se cuenta que antes del matrimonio de la Princesa, Frances Shand se temía que Carlos "ni quería" a su hija "ni creía necesario decir la verdad", y que se sintió "incapaz de contener su furia" cuando los ayudantes del [príncipe Carlos] no la invitaron a París para recuperar el cadáver de Diana tras su muerte en un accidente de coche, en 1997".
Asimismo, afirma que la Reina jamás ha hablado con ella para ofrecerle sus condolencias por la muerte de Diana. Tampoco se le consultó sobre los funerales, ni tuvo ocasión de ver ni tocar a su hija tras su muerte, "porque estaba en un ataúd cerrado con clavos".
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