Las lágrimas de la princesa Máxima contra la dictadura

por hola.com
La Princesa emocionada
La [princesa Máxima], que estuvo acompañada por el príncipe Guillermo Alejandro, no pronunció ningún discurso, pero escuchó atentamente el relato de la madre de Betancourt, Yolanda Pulecio, que, en nombre de su hija, recogió la medalla de manos de la Princesa. El momento más conmovedor tuvo lugar precisamente cuando ésta agradeció emocionada, y en español, el reconocimiento que se hacía a su hija Ingrid. Entonces, a la futura Reina de Holanda se le saltaron las lágrimas, así como a otros muchos de los presentes que les resultó imposible contenerse.

"Para mí es muy doloroso pensar en el enorme precio que tanto los resistentes holandeses en la Segunda Guerra Mundial como mi hija han debido pagar para defender los principios de la solidaridad, la libertad y la dignidad", declaró Yolanda Pulecio, que asistió al acto junto a su nieta Melanie -hija de Ingrid Bethancour-, de 18 años.

Segunda luna de miel en Lech
Después de una semana llena de trabajo, los Príncipes de Holanda dispusieron el pasado fin de semana de algún tiempo libre para el ocio. El príncipe Guillermo Alejandro y la princesa Máxima disfrutaron de unas breves vacaciones blancas, una segunda luna de miel relámpago, en la localidad austriaca de Lech. La pareja, que es una gran apasionada del esquí -de hecho, dedicaron parte de su luna de miel a practicar el citado deporte-, fue descubierta por los reporteros, a eso de las nueve de la mañana del pasado domingo, junto al telesilla para efectuar su primer descenso. El tiempo en Lech era idóneo para esquiar -aún quedan casi 2 metros y medio de nieve, con temperaturas por encima de los 10 grados- y descansar de los últimas agotadoras jornadas, tal y como hiciera la reina Beatriz el mes pasado.

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