Carolina Monje, una novia velada con vestido de encaje floral en su boda con Álex Lopera

Una ceremonia celebrada en la Costa Brava a la que su protagonista llegaba en carruaje

Por Cristina González

Radiante aparecía la diseñadora en las inmediaciones de la Iglesia de Sant Pere de Begur, en Girona, acompañada como manda la tradición por su padre. Tras una fiesta de preboda el día anterior con temática ibicenca, Carolina Monje se daba el 'sí, quiero' con Álex Lopera este sábado, tras más de nueve meses prometidos. La que fuera pareja del hijo de Ana Obregón, se convertía hoy en protagonista de este día tan especial para el que ha seguido la tendencia atemporal de las novias más virales, escogiendo un amplio velo como parte de su estilismo.

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Un carruaje tirado por caballos era el vehículo que Carolina elegía para su entrada triunfal. Al bajar podíamos apreciar mejor su diseño nupcial, un vestido que fusiona lo clásico con lo sensual a través de sus diferentes tejidos. La parte de arriba estaba formada por un ajustado top de encaje con transparencias, en el que destacaba la brillante pedrería y los patrones florales.

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De pronunciado escote en V, hacía la misma forma por la espalda, completamente abotonada. Un largo velo de tul sencillo cubría a la novia, quien lo colocaba sobre el recogido alto que llevaba, adornado con una diadema.

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La fundadora de la firma de moda que lleva su nombre, salía momentos después del templo junto a su marido, esta vez sí, con el rostro al descubierto. Una imagen en la que se intuye mejor la parte de abajo de su vestido, una falda de tiro alto con estrecho fajín del que salía otra pieza en el mismo tejido -posiblemente extraíble- que aportaba longitud a la cola.

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Una fina diadema de brillantes adornaba el recogido de Carolina, del que dejaba escapar intencionadamente dos finos mechones sobre la frente, enmarcando así el rostro, y dejando a la vista dos pequeños pendientes. Estos contrastaban frente a las llamativas joyas con las que completaban su look, pues además de sus anillos -el de pedida y la alianza-, también contaba con una ancha pulsera de diamantes en la mano que sostenía su ramo, de rosas blancas.