6 recomendaciones para que tu perro tenga una vejez saludable y feliz

Un experto en comportamiento canino nos da los mejores consejos para el bienestar de nuestro amigo de cuatro patas

Por Rebeca Abad

A medida que nuestros fieles compañeros caninos envejecen, se enfrentan a una serie de cambios físicos, mentales y emocionales que pueden afectar su calidad de vida. Pero, además, según Adem Fehmi, especialista en comportamiento canino de Rover.com, como dueños de una mascota “es importante destacar la responsabilidad, no solo de preparar a tu mascota para el envejecimiento, sino también de prepararnos a nosotros mismos. Este compromiso va más allá de proporcionar cuidados físicos y emocionales a los animales; implica comprender y aceptar los cambios. Prepararse significa educarse sobre las necesidades específicas de un perro mayor, adaptar el entorno para garantizar su seguridad y comodidad, y también estar mentalmente preparado para enfrentar los desafíos del paso del tiempo”.  Teniendo en cuenta todo ello, este especialista en comportamiento canino nos detalla seis aspectos a tener en cuenta para promover la salud y el bienestar de nuestros amigos de cuatro patas en sus años dorados.

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  1. El concepto de edad frente a los síntomas del envejecimiento es relativo. No hay un momento específico en el cual un perro adulto se transforma en anciano; este proceso varía según la genética, el estilo de vida y cualquier historial de problemas de salud que pueda tener el animal. Por lo tanto, en lugar de basarse únicamente en la edad cronológica, es más sensato prestar atención a los indicadores de envejecimiento que pueda presentar el perro. Según Adem Fehmi, “los signos comunes de envejecimiento en las mascotas incluyen la pérdida de sentidos como la vista y el oído, así como una disminución de la energía y la movilidad. Esto puede dar lugar a cambios de comportamiento como confusión, falta de conciencia y aumento de los ladridos. En casos más extremos, la ansiedad puede manifestarse a través de comportamientos como orinar o defecar en casa, arañar o morder, y no querer estar solo”.
  2. La fisioterapia y los ejercicios acuáticos pueden resultar sumamente provechosos para el cuerpo en proceso de envejecimiento de un perro, contribuyendo a mantener sus articulaciones y músculos vigorosos y flexibles a medida que pasa el tiempo.
  3. Medidas preventivas. Es fundamental estar alerta ante cualquier cambio en la salud de nuestras mascotas y se aconseja hacerlo desde los primeros años de vida del perro. Entre las medidas a considerar se encuentran las visitas periódicas al veterinario, así como la exploración de terapias alternativas como la fisioterapia y la hidroterapia, además de garantizar una alimentación equilibrada. Al igual que ocurre en los humanos, el metabolismo de un perro mayor puede volverse más lento, por lo que es importante optar por alimentos diseñados específicamente para perros ‘senior'. Estos pueden contener suplementos adaptados a la edad, como la glucosamina, que resulta beneficiosa para contrarrestar el deterioro articular y óseo relacionado con el envejecimiento.
  4. Ajustes en el nivel de ejercicio de nuestra mascota. Según Adem Fehmi, es esencial adecuar nuestras expectativas a las necesidades individuales de nuestros perros a medida que envejecen, ya que es común que los canes mayores presenten una menor agilidad, además de padecer condiciones como la artritis u otros problemas neurológicos que afectan su movilidad y la rapidez con la que se desplazan. Por lo tanto, el especialista sugiere ajustar la velocidad a sus necesidades y si el perro tiene dificultades con los escalones o el terreno irregular, una ruta más llana puede ser beneficiosa.
  5. Desorientación. Puede ser que experimente dificultades para encontrar su camino, por lo que puede ser útil optar por una ruta familiar y constante cada día, de modo que resulte reconocible para la mascota, proporcionándole así una sensación de seguridad y calma.
  6. Interacciones con otros perros. Cuando se trata de relacionarse con otros caninos, es probable que los perros de mayor edad prefieran compañeros más tranquilos. Por lo tanto, los propietarios deben estar al tanto de esto y evitar situaciones incómodas con cachorros u otros perros más enérgicos