Poco después su matrimonio con su primera esposa, Gail, con la que tuvo cuatro hijos, no fue bien y a partir de entonces comenzó a gestarse su drama. Dejó la empresa y se dedicó a viajar por Europa derrochando el dinero que había heredado de su familia. Al poco tiempo, contrajo matrimonio con la modelo Talitha Pol, que años después moría a causa de una sobredosis en un hotel de Roma. Inmerso en el dolor, se trasladó a un castillo de Londres refugiándose en las drogas y el alcohol.
Entretanto, su hijo mayor John Paul, hijo de Paul Getty y Gail, su primera esposa, fue secuestrado por terroristas italianos. El viejo Getty se negó en principio a pagar el rescate hasta que los secuestradores le cortaron una oreja al chico y se la enviaron en un sobre. Esto fue lo que le hizo recapacitar acerca de su postura y pagó alrededor de 3 millones de euros para poner en libertad a su nieto.
Tras la muerte de su padre, en 1976, y la venta de Getty Oil a la multinacional Texaco, heredó una pequeña suma de dinero pero figuraba como el responsable de los fondos en que se había invertido la fortuna familiar, alrededor de 2.000 millones de euros.
En Inglaterra conoció a la que fuera su tercera esposa, Victoria Holdsworth, con la que finalmente se casó en 1994. Su enlace con esta dama británica hizo de Getty se convirtiera en un enamorado de Gran Bretaña. Incluso llegó a adoptar la nacionalidad británica por su amor a un país en el que vivió tres décadas y para poder ser investido por la reina Isabel II Caballero de la Orden del Imperio británico, por sus obras de caridad.
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