Asma: ¿se puede controlar?

Dos millones y medio de españoles padecen esta enfermedad respiratoria crónica

por hola.com
Según la Organización Mundial de la Salud más de 300 millones de personas tienen asma, de los cuales, dos millones y medio (entre el 5% y el 10%) son españoles, convirtiéndose asla enfermedad crónica más frecuente entre la población. A pesar de estas cifras, todavía más del 35% de los afectados no tiene controlada su dolencia. Por este motivo, se acaba de celebrar el Día Mundial del Asma bajo el lema ‘Puedes controlar tu asma’, una iniciativa con la que se pretende concienciar a las autoridades, médicos, pacientes y sociedad en general del impacto de esta enfermedad y de los problemas en su detección y control.

“Son muchas las causas que están favoreciendo que la tercera parte de los pacientes asmáticos no tenga controlada su enfermedad. Por un lado, el diagnóstico tardío debido a las largas listas de espera, que pueden llegar hasta 120 días, y la escasa concienciación que existe sobre la dolencia. Por otro, los propios pacientes que, en muchas ocasiones, no saben cómo utilizar la medicación e incluso abandonan el tratamiento ante una mejoría. Asimismo, la exposición a determinados factores ambientales como son la polución, el humo del tabaco y ciertos agentes químicos empeora la evolución de esta patología”, afirma María Victoria Palomares, presidenta de la Asociación de Alérgicos y Asmáticos de Málaga.

¿Qué es el asma?
El asma es una enfermedad crónica de las vías respiratorias que se manifiesta por la dificultad para respirar y que varía en severidad y frecuencia de un afectado a otro. Cuando se produce una crisis asmática, los músculos que rodean las vías respiratorias se estrechan y pueden hincharse, lo que dificulta el paso del aire a través de los bronquios. Es la primera causa del absentismo escolar, y la cuarta del absentismo laboral, creciendo año tras año su incidencia. Esta patología está aumentado su prevalencia e incidencia en todo el mundo, principalmente en la población infantil (12% de los niños tienen asma por un 5% de adultos). Según distintos estudios, se estima que en el año 2025 habrá más de 100 millones de personas afectadas.


¿Cuáles son sus causas?
Las causas del asma no están claramente establecidas pero se sabe que en su aparición influye tanto la predisposición genética como la exposición ambiental a ciertas sustancias como el polvo, polen, tabaco y ciertos irritantes químicos que se utilizan en las fábricas. El asma se manifiesta con la presencia de sibilancias (pitos y fatiga) al respirar y tos durante la noche o tras el ejercicio físico.

¿Origen alérgico?
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) advierte que 7 de cada 10 casos de asma tienen un origen alérgico. Es decir, el desencadenante de su enfermedad respiratoria es un alérgeno capaz de causar y mantener la inflamación bronquial característica del asma. Además, los síntomas de estos pacientes suelen ir acompañados de alteraciones óculo nasales, complicaciones dérmicas o problemas digestivos. Según el Informe Alergológica 2005 elaborado por esta Sociedad, los alérgenos identificados más frecuentemente como causantes del asma son los pólenes, los ácaros del polvo doméstico, los epitelios de animales y los hongos.
En esta dirección, destaca, la sensibilización a los alérgenos de interior ha ido en aumento en los últimos años, puesto que tanto niños como adultos pasan más tiempo dentro de recintos cerrados como guarderías, domicilios o lugares de trabajo. “La presencia de altas dosis de ácaros en el ambiente habitual favorece el desarrollo de sensibilización y la posterior aparición de síntomas”, explica el doctor Santiago Quirce, Jefe del Servicio de Alergología del Hospital La Paz y coordinador del Comité de Asma de la SEAIC.

Convivir con la enfermedad
Ante esta situación el doctor Tomás Chivato, presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) afirma que “el asma precisa de un manejo integral, no sólo desde el punto de vista terapéutico, sino también orientando al paciente sobre como convivir mejor con su enfermedad. Se ha demostrado que la implementación de programas de educación que enfatizan el papel del paciente en su propio manejo, reduce la morbilidad y los costes en salud y mejora la calidad de vida de los pacientes”.

En el caso de los niños, los padres se ven obligados a tomar decisiones, o a no tomarlas y esperar, lo que empeora el curso del proceso, sobre asuntos como medicación, consultas a urgencias, control ambiental, etc., que influyen sobre el desarrollo actual y futuro de la enfermedad. “Por todo ello, resulta esencial que tanto los pacientes como sus familias estén entrenados acerca de sus posibles actitudes ante el asma”, subraya el doctor Chivato.

La importancia del control
Se estima que la mitad de las personas que padecen este problema en España no están diagnosticadas. En palabras del doctor Santiago Quirce, “el asma en España no está bien diagnosticado y controlado. De hecho, se cree que más el 45% de las personas con asma no tiene controlada su enfermedad”.

En la actualidad no existe una cura para el asma, pero con ayuda de los especialistas se puede llevar una vida perfectamente normal y libre de síntomas siempre que la enfermedad este bien controlada. Aunque el asma no desaparece cuando desaparecen los síntomas, si abandona los cuidados correctos del asma, los síntomas volverán. “Es muy importante que los pacientes conozcan si están bien controlados para poder saber cuál es el estado actual de su enfermedad y cuáles son las medidas que deben adoptar”, apunta el doctor Quirce. “La clasificación del asma como bien o mal controlada servirá para orientar la decisión de aumentar o disminuir el tratamiento. El asma bien o absolutamente controlada puede requerir que la terapia se mantenga sin cambios o se disminuya, mientras que el asma no controlada involucra una evaluación más detallada, que incluye un posible incremento de los medicamentos y un número mayor de visitas al médico”.