Desoxida tus metales

Sigue unos sencillos pasos y recupera el brillo de tus objetos de metal

Por hola.com

Todos tenemos objetos de metal en nuestra casa. Con el paso del tiempo, el mobiliario y los objetos metálicos pierden su color natural y se vuelven opacos. Muchas veces no resulta fácil mantenerlos como nuevos, por ello, desde aquí os vamos a enseñar cómo luchar contra la oxidación de los metales.

La plata y el cobre son materiales muy presentes en nuestro hogar. Muchos de los elementos decorativos que utilizamos están fabricados con estos metales. Para desoxidar los objetos debemos utilizar un producto específico, compuesto por agentes desoxidantes y pulidores.

La limpieza de la plata y el cobre, paso a paso

El proceso para restaurar una pieza de plata o cobre consta de los siguientes pasos:

1. Lo primero que hay que hacer es limpiar con un líquido específico para estos metales que encontraremos en cualquier tienda de bricolaje. Debemos aplicarla con un cepillo fino o un pincel.

2. Tras dejarlo actuar unos minutos, hay que frotar sobre las manchas más oscuras con un papel absorbente o con un paño seco. Después, lo aclararemos con alcohol impregnado en un trozo de algodón.

3. Tras quitarle las manchas debemos cobrear o platear nuestro objeto decorativo. Para conseguirlo, utiliza un producto de estas características en frío. Debemos aplicarlo con algodón y aclararlo con agua caliente.

4. Finalmente, debemos pulir nuestro objeto. Lo haremos empapando algodón con blanco de España o un producto para pulir estos metales. Tras darle brillo con una gamuza lo lavamos con agua y jabón y lo dejamos secar. Para los objetos de cobre también es conveniente dejarlos al sol 24 horas.

Con este simple proceso, obtendremos un resultado impresionante y recuperaremos la brillantez en nuestras piezas de metal por un largo periodo de tiempo. Aun así, si buscamos soluciones rápidas y sencillas, aunque no con la misma calidad, podemos recurrir a los trucos caseros.

Los trucos caseros, menos brillantes

Para limpiar la plata de elementos pequeños como la joyería y la bisutería, podemos introducirla en un recipiente con agua y mezclarla con dos o tres cucharadas de sal gorda. Añadimos a continuación dos bolas de papel de aluminio, que ayudará a absorber la suciedad de las piezas, tras un día en remojo.

El cobre también es muy fácil de limpiar con una solución de agua jabonosa, aunque, repetimos, el resultado no será tan eficaz como con el paso a paso señalado anteriormente. También podemos abrillantar este material con agua, limón y sal o vinagre caliente. Con este mejunje, empapado en un trapo, frotaremos las zonas sucias para luego secarlo.

La aparición del óxido en la plata y el cobre es un proceso inevitable, sobre todo en algunos utensilios como la vajilla. Para retrasarlo, debemos proteger los cubiertos de la luz, envolviéndolos en papel de seda oscuro o de terciopelo. Los objetos destinados al contacto o al uso alimenticio no deben ser manipulados con los productos arriba especificados, porque podría ser peligroso