Esta es una de las múltiples recetas que hay para preparar mejillones. Hay que limpiarlos escrupulosamente para después abrirlos con un poco de agua y vino. Una vez que los tengamos así, los cubrimos de una mezcla de pan rallado, queso parmesano, ajo, perejil y zumo de limón y los gratinamos en el horno. ¡De las cosas más sencillas que existen y a la vez más ricas!
- 1 kilogramo de Mejillones
- 6 cs de Pan rallado
- 50 g de Queso parmesano rallado
- 1 unidad de Limón
- 2 cc de Ajo seco molido
- 2 cc de Perejil fresco
- 1 chorrito de Vino blanco
- 1 chorrito de Aceite de oliva virgen extra
- Sal
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1.
Limpia muy bien los mejillones, raspando el exterior y cortando los restos de cuerda que puedan tener de las bateas (si los compras limpios y envasados al vacío no hace falta).
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2.
Echa los mejillones limpios en una cazuela con un poco de agua y de vino blanco, tapa, pon al fuego y espera a que se abran con el vapor.
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3.
En un bol mezcla el pan y el queso rallados, un buen chorro de aceite, el zumo de limón, el ajo molido, el perejil picado y una pizca de sal.
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4.
Coloca los mejillones abiertos en una bandeja de horno y añade en cada uno un poco de la mezcla anterior.
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5.
Gratínalos en el horno hasta que veas que se doran ligeramente y sírvelos calientes.
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