Parece que fue a principios del siglo XX en la ciudad de Wilmington (Ohio, Estados Unidos) donde nació la primera receta de Banana Split durante la celebración de un curso de repostería en el que se buscaba un postre nuevo. Es, al menos, una de las teorías más extendidas, aunque, como ocurre con infinidad de recetas populares, no hay unanimidad 100% sobre su origen. 

También es común escuchar que quien realmente popularizó este postre emblemático fue la cadena americana Walgreens incluyéndolo en el apartado dulce de su carta.

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Plátano y helado, los ingredientes básicos del Banana Split

Sea como fuere, lo cierto es que, definitivamente, el Banana Split consiguió hacerse muy conocido, tanto que incluso cuenta con su propio ‘Día mundial’, celebrado cada 25 de agosto.

A nosotros, este postre a base de plátano y helado nos hace retroceder en el túnel del tiempo a esas infancias felices y comidas de verano con la familia que culminaban con un dulce que rara vez conseguías terminar (a no ser que compartieras, claro, con tu legión de primos….).

Un caprichazo goloso, que bien podría enmarcarse en eso que se ha dado a llamar como  ‘comida viejuna’ (donde se ubican también grandes glorias gastronómicas, del cóctel de gambas, al huevo hilado o la tarta de whisky…) y al que hoy queremos rendir homenaje en su día mundial.

Lo hacemos, claro, de la mejor forma posible: ¡preparándonos uno! Vamos pues con el paso a paso de este postre que, en realidad, tiene más de montaje de ingredientes que de receta en sí.

Banana Split, un capricho dulce que tendrás listo en un abrir y cerrar de ojos

BANANA SPLIT, PASO A PASO

• Uno de los ingredientes fundamentales es la nata montada (o, si lo prefieres Chantilly; esto es nata montada con azúcar). Puedes usar natas industriales ya montadas, pero si lo vas a hacer de forma casera, mejor empezar por ahí y reservar en la nevera.
• Pelamos un plátano hermoso y los cortamos de forma longitudinal en dos mitades (de ahí viene el nombre del postre: Split, esto es, dividir en inglés).
• Disponemos cada mitad a ambos lados de un recipiente de forma alargada.
• Entre las mitades de plátano disponemos, en línea, tres bolas de helado: una de chocolate, una de fresa y una de vainilla.
• Regamos por encima con algún sirope de nuestro gusto.
• Sumamos frutos secos picados (pueden ser almendras laminadas, nueces, cacahuetes…).
• Sumamos por último la nata y decoramos con una cereza o guinda.

A partir de la receta tradicional podemos hacer infinidad de variantes sumando otros ingredientes

Recuerda que esta es la versión más clásica, pero acepta infinidad de variantes: podemos, por ejemplo, usar helados de otros sabores; añadir más de un sirope; podemos variar la disposición de la nata (colocar, por ejemplo, un poco sobre cada bola de helado con ayuda de una manga); sumar fideos de colores a la decoración; echar también un poco de fruta fresca picada; sustituir la guinda por un barquillo… ¡aquí tu imaginación y tu paladar mandan!

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