Coma bien: una alimentación rica, variada y equilibrada es buena para todo el organismo. Básicamente hidratos de carbono por la mañana y al mediodía (son la fuente de la energía que necesitas para funcionar); y proteínas por la noche (para reconstruir las células y los órganos, incluida la piel, que desgasta durante el día).
Utilice lentes correctoras si las necesita; cuando sea preciso utilice gafas de sol. Evitará ciertas expresiones faciales compensatorias o protectoras, sobre todo perioculares, que son causa de arrugas. La piel de alrededor de los ojos es extremadamente delgada y frágil, y es aquí precisamente donde suelen aparecer las primeras arrugas faciales como consecuencia de las contracciones musculares repetitivas. Además las gafas de sol protegen a las regiones perioculares de la radiación ultravioleta.
Duerma sobre la espalda; si no es su posición habitual, al menos inténtelo incorporando discretamente el colchón. Posiblemente no lo había pensado, pero las personas que duermen de lado suelen despertar con líneas y marcas sobre la piel. Con el tiempo, por el traumatismo continuado, éstas pueden convertirse en permanentes.
Evite estresarse. Seguramente este consejo puede resultar el más difícil de respetar, pero es un hecho muy conocido que el estrés causa un gran número de problemas a la piel. Es muy habitual que las personas frunzamos el ceño, apretemos las mandíbulas y hagamos muecas sin realmente darnos cuenta. Esfuércese conscientemente en relajar los músculos faciales.
Utilice los dermocosméticos adecuados que le recomienden los profesionales. Fundamentalmente la piel necesita limpieza, hidratación, nutrición y protección; pero no descuide la calidad y la forma de utilizar los productos de cosmética.
Consulte periódicamente a su médico, el especialista en Medicina Cosmética y Estética. El establecerá los oportunos programas terapéuticos preventivos, restitutivos (para restablecer la normalidad y el equilibrio de las funciones biológicas) y, si fuera preciso, correctivos.
Y, aunque le sorprenda y sea puramente anecdótico e irrealizable... elija unos buenos padres. De acuerdo, no está a nuestro alcance controlar esta cuestión; sin embargo, la piel tiene un componente hereditario fundamental. Algunas personas son "por naturaleza" más resistentes a las arrugas. Pero que los padres tengan una piel saludable y sin arrugas no garantiza que la situación se repita en tu caso. Así que, por lo menos, atienda a los otros 11 consejos.