Piel a buen recaudo: cómo abrigar el cutis

El frío no sólo nos cambia el humor. Aunque parezca mentira, afecta directamente al funcionamiento de nuestra piel.

Por hola.com
Un exceso de sensibilidad
Un desagradable efecto secundario del frío es la forma en que irrita a las pieles sensibles y las hace aún más susceptibles. Incluso los cutis que generalmente se comportan de forma civilizada, comienzan a mostrar señales de mal carácter. Les conviene:
- Evitar las limpiadoras muy agresivas y pasarse a las leches desmaquilladoras.
- Abandonar los tónicos exfoliantes o con alcohol.
- Espaciar el uso de cremas con retinol o con ácidos.
- Recurrir a productos hipoalergénicos.
- No abusar de limpiezas, exfoliaciones o demás procedimientos agresivos.

Poner freno a la rosácea
Los "chapetes" rosados en plena cara están bien para Heidi, pero sin duda no son un look que quiera ser adoptado por ninguna mujer adulta. Y sin embargo, muchas personas entre 30 y 50 años sufren de rosácea, que se manifiesta en forma rubor excesivo, rojeces difusas, capilares rotos y granitos en la zona de las mejillas, y que se agrava considerablemente con el frío. Para evitarlo, hay que proteger la piel del frío y del viento (no dude en llevar la bufanda subida hasta los ojos), y tratarla con productos específicos destinados a combatir esas rojeces. Huya en la medida de lo posible de los cambios bruscos de temperatura, así como del alcohol y la comida picante, que agravan los síntomas.