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Dicen que, con un poco de práctica, todos podemos convertirnos en expertos. Algo así ha ocurrido con Belén Rueda, que tras más de dos décadas de trayectoria en el cine y la televisión, ha dominado el arte de impactar a su paso por las alfombra rojas. Evidencia de ello es el look con el que ha llegado al Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla para la 37º ceremonia de los Premios Goya: un vestido de estatuilla dorada con capa y joyas históricas que esconden una tierna anécdota.
280 horas de trabajo para realizar el look de Belén Rueda
La veterana intérprete ha contado con la pericia de Cristina Valenzuela Atelier para la realización de este impresionante traje a medida, que resalta por su diseño de capa asimétrica recubierta de hojas plisadas de organza en seda marfil y un cuerpo escultural de punto de cachemira con hombreras y cuello cisne bordado a mano en degradé con 15 variedades de cristales y lentejuelas de distintas tonalidades que oscilan desde el nácar al ámbar y generan un precioso efecto óptico de constelación.
- Desvelamos el espectacular vestido-flor de Alta Costura que luce Nieves Álvarez
En la parte posterior, vemos que el cierre a la espalda está compuesto por una hilera de botones de cristal. Justo debajo del busto, la falda se sumerge en paillettes doradas de diferentes formas geométricas sobre una base de crepê de seda en color champán. Un minucioso diseño elaborado en 280 horas de trabajo artesanal destinado a envolver perfectamente la silueta de Belén Rueda.
La historia detrás de sus joyas vintage: una mujer gallega que cumplió su sueño
Cualquiera podría pensar que un estilismo tan llamativo no necesita joyería, pero la actriz ha querido añadir, como toque final, unos originales pendientes que datan de los años 60, cortesía de Del Páramo Vintage, y esconden una anécdota digna de trascender en el tiempo. Según comentan desde la firma, estas piezas pertenecieron a una elegante mujer gallega que en 1920 dejó España para emigrar a Cuba en busca de "un sueño y una oportunidad".
- Penélope Cruz arrasa con un look encorsetado de princesa italiana
Tras amasar una cuantiosa fortuna al otro lado del Atlántico, regresó en 1960 con deseos de ampliar su colección de joyas con un encargo muy emotivo a los más prestigiosos joyeros de Galicia. Aquellos son los mismos pendientes que esta tarde luce Belén Rueda: una flor dividida en dos partes con seis pétalos que componen esta obra de arte.
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